jueves, 6 de septiembre de 2007

La historia de Cecilia Solás(7). Una blogonovela cubana.

Año 2002
Capitulo 3.
Raúl por dentro

Aclaremos algo. No es que Raúl fuera un desalmado, un oportunista, no ¡que va!, es que la vida es complicada y da muchas vueltas y unido a un aspecto físico digamos que cautivador, - sin exagerar - había el hecho que Raúl era un tipo con unos sentimientos más largos que la esperanza de un pobre… y na’ se encariñaba.

Sus bacanas como él acostumbraba a llamarlas, eran tres, las tres sabían que las cuatro existían, menos Ceci que no sabia nada de nada, ni de la una, ni de las dos, ni de las tres. Su reloj solo marcaba las 4, las 8 y las 12, aunque esto era una casualidad. Y bueno Ceci no era una bacana, obvio. Ceci era la esposa.

Raúl era tan buen actor (sin dedicarse a las tablas propiamente) que había logrado engatusar a Ceci, arquitecta de profesión, medalla de oro en su graduación, que hablaba, escribía y leía tres idiomas perfectamente y de manera muy natural, de modo tal que nunca, nunca pudo probarle ninguna de sus sospechas. Y es que hay que reconocer que cuando un hombre como Raúl Montero, dice a ser creativo, pues no hay quien le gane, ni quien lo venza, y mucho menos quien le ponga un pie adelante.

Salvada esta digresión necesaria, - para que no haya malos entendidos- digamos también y para que se acaben de hacer una idea completa del asunto, que Raúl sentía que amaba profundamente e inequívocamente a su esposa como no había hombre alguno en la tierra, lo que pasaba es que su corazón , - decía él cuando estaba para el paso – era como un edificio,
!será una barraca! le apuntaba con cierto retintín, Mercy, la mulata.

No, mi amor, que es un edificio de lujo, recalcaba él, y edificio al fin tiene varios apartamentos, de forma que cada una podía quedar instalada cómodamente en uno, sin molestar a las otras. Otras veces le gustaba decir que su corazón tenía cuatro aurículas y cuatro ventrículos, y que había espacio hasta para cuatro más.

A decir verdad, la única celosa era Mercy la mulatisima del Cerro, las otras dos, Miriam la curadora y a Cary la auxiliar de contabilidad no le interesaban esas bobadas de Raúl. Para Miriam eran pelillos a la mar.

Y claro, había otras, pero bacanas, lo que se dice bacanas, solo estas tres.
Raúl decía que tenia todas las letras del abecedario y así activas o en retiro aparecían registradas varias Anas, una Betty, Celia, Dea, Eva, Florinda, Gabrielle, Hildita, Iliana, Juliette, Karin, Lidice, Monica, Nancy, Larisa, Olga, Patricia, Rosi, Sahily, Tania, Ute, Valia, Wilma, Xiomara, Yoli y Zaida y hay para tres o cuatro vueltas mas de abecedarios, decía orgulloso cuando andaba de buenas. Ya lo habíamos dicho, Raúl era un coleccionista.

Solo faltaba alguien con letra inicial Q, pero a falta de nombre estaba la Queque, apodo cariñoso, por su carita parecida a una de las famosas y ya desaparecidas galletotas.

Es cierto que a ratos algunas quedaban interruptas, pero teniendo en cuanta que estas bacanísimas ostentaban además titulo de antigüedad, pues entre col y col lechuga y total que Raúl si que no era celoso, y siempre había alguna inquilina ocasional para ocupar algún apartamento que se vaciara.

Tampoco piensen que las tres bacanas compartían y eran amigas, no, nada de eso, señores que esta es una historia decente, ¡no faltaba mas!. Simplemente que las tres se conocían de vista y eventualmente habían tenido que verse en contadísimas y justificadas ocasiones que no viene al caso dar a conocer, por el momento.

¿Y por dónde andábamos?

¡Ah!, si… la Ceci encaramadita en las piernas de Raulí, pidiéndole melosita un remedio para su nerviosismo… congelen la imagen, así, hasta el próximo post (continuará)

7 comentarios:

General Electric dijo...

Ja ja ja. Ese Raul se convirtió en mi héroe. Aunque en el abecedario le falta también por la X, por lo que leo... No me imagino con qué nombre podría llenar ese vacío, esa mancha en el expediente... ¿con una china, tal vez? ¿Una Xiu Lu? ¿Una Xiu Lao? Una jebita de la calle Dragones... qué camaján...

La historia de su colección y los nombres me recordó al Fantomas mexicano ¿lo recuerdas? que se hacía rodear por 12 "asistentes", cada una con el nombre de un signo del zodiaco?

Sígale, sígale compañerita Medea. Va y hasta Ud. traiciona a Cecilia con el Raul... ¿te imaginas? ¿la voz narrativa entrando a la historia para tener un affaire con su personaje? Esa no la he visto: sería un vacilón... ja ja

Lo podrías comenzar así: "Ahora relájate Raul. Deja que mientras corro los dedos por el teclado te vaya desabotonando la camisa... Déjame que recorra con un puñado de palabras las sinuosidades de tu pecho... Un sustantivo para cada axila, un adjetivo para la ingle, un verbo para la copa de tu entusiasmo que se adelanta a saludarme, mientras mi mano sigue descendiendo por entre los muslos, y la boca se me llena de palabras que ya no podré o no sabré cómo pronunciar; palabras que son saliva en la lengua, un cosquilleo en las comisuras de la boca, palabras duras como un músculo contraído entre los dientes, palabras que se agitan sobre mi lengua, palabras que me reprimo como una infeliz periodista ante la cara de la censura, palabras que gagueo, que olvido, palabras que nublan mi mente y me hacen delirar, palabras que dices, dije, que dijiste, Raul, Raul ¿ya? ¿tan pronto? ¿no me jodas?..."

qué tal algo así?

un abrazo, pepilla

Yo soy Medea dijo...

Mi Frigi, eres genial, super, me acabo de despertar y me has adornado la levantada, me he reido con ganas y con rigor.

Te robo el parrafo si me dejas... y lo uso mas adelante.... pero no Raul... never ever se apura... es parte de su exito.

Y no Medea, no la narradora, ... el alter ego de ellas esta en la lista... jajaja!, el doctorcito sabe el nombre..... jajaja!... esa historia llegara.... !un beso para mi frigi!

Yo soy Medea dijo...

Ampliado el abecedario, faltaba Xiomarita la de Mantilla, !que astilla!

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Que bueno que tocas el tema Medea.
Ese arquetipo del cabroncito petulante, la continuidad de papá y del abuelo, la infeliz SAGA DE LA PUGA habanera, la misión de ser bárbaros del ritmo

- si no tienes mas que una jeva, o eres medio pajarin o tienes tremenda pasmadera.

-¿quién yo, el mejor?Ah no me joda', tu vera que tu va ver-

-no chico,no, yo quiero un hijo varón, para que sea pelotero-

Y el cabroncito pulsa con el buen tipo.
En un solo ser, se destruyen la bestia y el torero, los tarros y el paño rojo, mientras desde las gradas aclaman el ruedo.
El animal sigue al perfume y el hombre a sus recuerdos, pero la única arma infalible, capaz de ganar este duelo, es la pregunta de Ceci cuando le pide un remedio...

Yo soy Medea dijo...

Gracias a Generacion Asere, que no estoy clara cuantos son... seguro que miles!
Estoy tratando de narrar la historia de tantas familias que se enfrentan a una nueva vida pero con mucho lastre de la vida anterior, misconcepciones en el papel de la familia, de la pareja, infantilismo, en fin. No digo que la vida haya que tomarla por el lado grave y adusto, sino todo lo contrario.

Nuestra generacion de aseres y ecobios, sabe de lo que hablo...
Gracias por sus palabras!

Anónimo dijo...

... y como sigue esta histori? para mi que parece que llegue tarde.

Yo soy Medea dijo...

No has llegado tarde... marca encima del nombre de Medea para que veas el ultimo post.... tu si has llegado tarde... quien eres?