lunes, 29 de octubre de 2007

De "Aromas de un Viaje" de Ernesto García... un poema

Tarde de Londres: en Jueves tropical
que el despertar del sueño me convence,
luego de andar caminos sin relojes,
luego de remitirme a vidas sin dobleces.

Suelo mirar el humo que me quema,
suelo anticipar dolores, muerte, lluvia,
suelo ver en la adolescencia mi despojo
y en la imagen de mí misma una aventura.

Me duele ser
y este dolor de sombras me acompaña.
Daño que la mente arroja
como risueña bacanal de la mañana.

Allá estas tú,
en la distancia de la lluvia,
rodeada de aguas que el amor descubre,
y a tientas en la oscuridad me dices;
el verso del poeta que a balas le despojan.

No suelo verte en sueños,
no tengo esas virtudes,
olvidadiza soy de tanta entraña.
La vela me encandila como sol discreto
y solo una voz oigo y me reclama.

No sueño pero mi mente vuela
entre las curvas, la angustia y el deseo,
pero si puedo, mis culpas me lapidan
y sin poder mis ansias me desvelan.

Codicia de la carne, el alma pura,
rabia de batallar, el campo abierto.
Sueños; que de soñar la desventura,
soñaría en el mar... y no en el puerto.

Miro la sombra, las sombras me persiguen.
Oigo la voz, mi mente me traiciona.
Siento el placer, mis dedos son engaños
de verte allí, donde el candor reposa.
El tonto vuelve a sembrar algunas flores,
en esos semilleros que agotados mueren,
pero sin más, sin entender razones,
El cree que crecerán...
...Yo se las riego.

jueves, 25 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(22). Una blogonovela cubana

Año 2002
Capitulo 6. Convencimientos en un dia de abril.

El insulto ligado con impotencia se comía viva a Sara, algo muy parecido a la rabia, aunque no exactamente la hizo coger escaleras arriba y trancarse en el baño. De nada valieron los toques de Hernán que con voz suave le pedía que abriera. ¿Qué quería ese, después de la sarta de arrogancias que le había zumbado en su propia cara?, ¿pensaría meterse con ella en la bañera y aquí paz y en el cielo gloria?, ¿o vendría a darle otro pase de lecciones y consejos?, ay no, tampoco estaba para eso.

Cerró los ojos y se dejó llevar por sus pensamientos. En un final ella y ella y la otra ella y la otra más ella siempre se habían llevado bien, aunque se dieran patadas por el culo de vez en cuando. Pero esa es otra historia. Sara era muchas Saras.

A ver Sara, primero que todo tranquilízate, no te dejes provocar por tu ego resabioso, ¿o a eso se le llama el subconsciente?, bueno como se llame… a ver …. ¡uuummmm! …!uuummmm! …. ¡uuummm! … y empezó a repetir con voz queda como un mantra “estás bien, no te vas a morir”, “estás bien, cálmate”, y así al ritmo natural de los mantras logró acompasar la respiración y sentirse algo más en paz consigo misma.

El agua. Mucha agua era lo que necesitaba. Cerrar los ojos y sentir como el agua tibia, serena, la iba abrazando. ¿no será que necesitas un abrazo, Sara?, ¿algo más que un abrazo?. cerrar los ojos y no pensar. No pienses Sara. No ahora. Consejera la voz conocida. No pienses. No pienses. Solo sentir el agua. El abrazo del agua. ¿Es suficiente que te abrace el agua, Sara? No pienses. No. No pienses Sara.

Saaaaraaaa, estás jodía… otra voz llegaba con intenciones de quedarse… estás jodía … mírate, la estas pasando mal, y por lo visto estás como en el tango Cambalache, sola, fané y descangayada, ¡jajajaja!, no me da risa. No. A mi si. ¿Por qué no lo tomas por lo suave?, ríete de ti misma chica, ¡ay, eres trancá como tu sola! Mira, observa el mundo a tu alrededor. Todo parece indicar que Hernán no está en la misma cuerda que tú, él es feliz, se siente bien, por primera vez en su vida tiene lo que quiere y parece que eso es más importante que tenerte a ti o compartir la felicidad al menos contigo. Te quiere llevar a su mundo de disfrute de tener cosas y comprar y comprar, pero a ti eso no te cuadra, y no te cuadra porque tú no necesitas tener cosas ni estarte endeudando hasta el cuello para ser feliz. Lo tuyo es otra cosa. ¿Qué es lo tuyo, Sara? Además te maltrató. No, no tanto. Si y si. Te maltrató y bien, ¿o cómo tú interpretas eso de que para estar con el “ hay que echar pa’lante”?, a eso aquí se le llama maltrato emocional. “Echar pa’ lante” a ver ¿qué quiso decir?, si es por dinero tú ganas más que él; así que esos lujos y esa arrogancia los pagas en parte porque tú te estas rompiendo la vida, para que él se crea rico y tú ¿qué?, ¿cuál es tu lujo?, ¿Cuál es tu vida? … ¿No te das cuenta? …a la verdad que quisiera que él me reconociera más el esfuerzo que hago y todo lo que trabajo y como atiendo la casa, los muchachos, pero no, pocas veces recibo una frase de aliento, no ya de apoyo, y es que él está tan engreído, tan que se cree que tiene a Dios cogido por las barbas, que nada de lo que digo lo asimila. A ver Sara, ¿para qué tú quieres ese reconocimiento?, ¿te es imprescindible?... me parece que si. ¿Pero por qué?, ¿Para qué? Mira Sara, te aconsejo que busques de donde no hay, que saques del adentro de tus adentros fuerza y valor para que salgas de este bache sola, no creo que puedas contar con él, ni para esto ni para nada. Lo de él es otra cosa, lo más posible es que ya no te quiera, tú formas parte de su vida y punto. Tienes un lugar ahí, como el nuevo carro, como todo los demás y ya, tú eres parte de su vida. No su vida. Métete esto último en la cabeza a ver si empiezas a entender mejor lo que te está pasando. ¿Pero es esto posible?. Claro, no solo posible, evidente. Evidentísimo.

Y dale boba, que no te vas a morir, no al menos ahora. ¿Ves?, ya estás más tranquila. Así Sara, como siempre has hecho. Tú eres una luchadora épica. Y eso de estar sola, olvídalo. No te cojas lastima Sara, que por ahí no llegas a ningún lado. Dale levántate y anda.

Ahora sal del agua, sécate, prepárate un te o algo caliente y trata de no pensar más en cosas malas y feas y muerte y tragedia, nadie se va de aquí hasta que no le toque y si te han avisado que es dentro de seis meses, pues relájate y goza, que no te queda mucho tiempo. ¡Ay que risa, relájate y goza!, ¡vaya expresión!.. no se de donde tú sacas esas frases… de donde va a ser, chica, no te me hagas la que saliste del convento ayer. No tienes alternativa o sigues como vas o relájate y goza… métetelo en la cabeza. Esa es la nueva consigna, a ver repite en voz alta “Relájate y Goza”, y eso hizo y una sonrisa se le asomó al rostro que saludó amistoso en el espejo.

Solo entonces se fijó en la puerta, tan abstraída en su monólogo interior. Un grito le hizo volver a la carga a pesar de la nueva consigna

- Sara que abras o tumbo la puerta
- Ya voy, ya voy… no te oía.

Abrió la puerta y trató de poner cara de poker,

- Ven acá chica, ¿y desde cuando tú te trancas y no me oyes?
- Te juro que no te oí.
- Sara, no me busques, no hagas más eso.
- Mira Hernán, no lo hice a propósito, si quieres me crees y sino también. Estoy cansada y el médico me dijo que siguiera un plan y el plan me dice que tengo que estar calmadita.
- Si eso mismo te quería decir yo, mi amor… que te calmaras, me alegra mucho que lo hayas interiorizado.. eso es lo que te hace falta, a ver ven acá, dejáme abrazarte, ves, así, ya, tranquila, verás que nos va a ir bien… si te calmas y estás así tranquilita, ¿ok?
- Pero Hernán, yo …
- Cállate, así, calladita. Ya. (continuará)

martes, 23 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(21). Una blogonovela cubana.

Capitulo 6
FlashBack a la inocencia

Atardecer en El Vedado en una de esas casonas que alguna vez fueron suntuosas mansiones y hoy escuelas. Aun Escuelas, con aulas, pupitres, ventanas, baños, agua corriente y merienda.¡Oh Escuela!

Dos niños dibujan en un papel en un aula vacía. Los recogen tarde casi siempre. Las cabezas comparten espacio y las manos caja de lápices ya raídos pero pintantes, alegres, juguetones.

- Me prestas el azul, José Pablo

- No puedo, estoy pintando el cielo, ¿no ves?

- A ver, ¡que cielo mas lindo!, ¿qué es eso?

- Son aviones, ¿no lo ves?, ¿y tú?

- Ay si que bonitos, Pinto una bailarina, ¿me das el amarillo?

- ¿Para qué?

- Voy a pintar un sol grande y después el vestidito de azul y las zapatillas

- ¿Una bailarina al sol?

- Si, ¿no te gusta?

Se sonríen, intercambian colores, los ojitos chispean, son amiguitos, son dos almas inocentes haciendo nacer un olvido.

- Oye José Pablo, mírame.

- ¿Qué?

- Mírame.

-¿Qué qué?

- Que me mires, chico.

- ¿Así?

- Si, así mismo. Ahora cierra los ojos y saca la lengua ....

- ¿Para qué?

- Que lo hagas te digo chico, ¡uf!

Y el niño obediente presenta su carita con los ojos tan cerrados que parecen solo dos guardarrayas. Y expone la lengua como esperando que un doctor le mirara la garganta por afiebrado. La niña se le acerca y a la vez saca su lengua y se la pasa golosa como si el niño fuera un caramelo

- ¿Te gusta?

- Si, ¿qué es eso?

- No se, lo vi en una película ayer, eso lo hacen los grandes. Así se besan.

- ¿Así? yo también lo he visto, pero sin sacarse las lenguas se pegan las bocas y se aprietan con los labios, rato y rato. ¿Te gustaría hacerlo?

- A mi si

- ¿Asi?

- Si

- ¿Es rico?

- Bueno

- Bueno, ¿qué?

- Si lo hacen los grandes y lo ponen en las películas debe ser rico. Si, es rico.

- Entonces somos novios

- ¿Por qué?

- Porque si, en las películas siempre es así, se besan, se hacen novios y se casan

- Entonces, ¿nos vamos a casar?

- Si. Claro.

- ¿Cuándo?

- Cuando seamos grandes, boba

- ¿Y si dejamos de vernos?

- No, ¿por qué no vamos a vernos?, siempre hay escuela.

- Los grandes no van a la escuela

- Si pero para eso falta mucho tiempo

La niña se levanta de súbito y sale corriendo asustada,

- No, mi mamá dice que las niñas no tienen novio, no y no…

José Pablo volvió a sus dibujos, se extasió haciendo las alas y la cola del último avión con más vigor y rigor. Como si en ello le fuera la vida. De pronto se sonríe pícaro y grita a todo pulmón,

- Pues si, somos novios y para siempre, ¿no ves que nos dimos un beso en la boca? Y tu mamá no te puede hacer nada, no te va a regañar. No se lo digas. Esperemos a ser grandes, ¿Me oyes Sarita?, ¿me oyes?, no te escondas…

Soltó el lápiz y con expresión traviesa empezó a buscarla por todos los rincones de la enorme casona.

La casona aun existe.

jueves, 18 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(20). Una blogonovela cubana.

Homenaje.
Marianao, 15 de abril de 1972.

Querido diario, te cuento. Ha llegado un libro a mis manos, un ladrillo verde claro, lleno de poesía y de belleza, creo que nunca me separaré de él, es un epistolario. ¡Que cartas tan bonitas y que muchacha más enamorada! Yo quiero ser como ella cuando crezca, poetiza y enamorada; si, y encontrarme un gran amor, que me escriba poesías a mi, y que me venga a ver y yo esperarlo sentada, no asomada al balcón porque aquí en mi casa no hay balcón, pero si mirando para la puerta con el rabillo del ojo, ¡ay! pero que no se me muera, eso no lo quiero, aunque después ella se volvió a enamorar, si, pero me parece que al primero lo quiso más, aunque para mi el segundo era más lindo. Si, para mi Julián era mas feo que Carlos, y Carlos también se murió. Pobrecita, ¡pero ella también!, ¡ay no!, yo no quiero morirme joven así como ella, pero si escribir tan lindo y decir todas esas cosas tan románticas, eso si me gustaría, si no me canso de leerla.

Claro hay cosas que no entiendo, ese puñal que Julián le regaló, ¿para que se lo habrá dado?, y después las fiebres que le daban a la pobrecilla! ¡Si hasta fantasmas veía!, por suerte ya con los adelantos médicos nadie se muere de fiebre, bueno, ella tampoco, lo de ella era peor, estaba tuberculosa, de ahi las fiebres, y nada que por descuido o por pobre, que su padre era médico y maestro, y más cosas. Y también escribía. Se llamaba Esteban. Y tenia hermanas. Era preciosa. ¡Y que ojos tan melancólicos!, se le veía en la mirada que iba a morir temprano, aunque el poema ese se escribió después bien que se lo podían haber dedicado a Juana, aunque ella prefería llamarse Ivonne. Yo también, Ivonne me gusta más que Juana y hasta que Sara.

Y mira que casualidad vivía cerca de aquí, en Puentes Grandes, seguro que era una casa preciosa, aun si cierro los ojos, la puedo imaginar bella, señorial y claro sin ese cartel gigante que anuncia “Fabrica de Fósforos”. Y el río, que seria mas río que arroyuelo turbio como es ahora, y los árboles bordeando los caminos y los puentes, que claro no eran tan grandes. He visto fotos mi diario, y te puedo decir que era un bello lugar, nada que ver con la mole de cemento, churre, virutas de papel y humo que es hoy.

Yo creo que el espíritu de ella me visita, porque mira que a mi esa casa siempre me ha llamado la atención, ¡ y que tengo que pasar por ahí todos los días para ir a la Secundaria!

Diario mío, como no puedes leer te voy a poner aquí algo de lo que Juana escribió para que veas lo que digo:

“¿Quieres sondear la noche de mi espíritu?
Allá en el fondo oscuro de mi alma
hay un lugar donde jamás penetra
la clara luz del sol de la esperanza.
¡Pero no me preguntes lo que duerme
bajo el sudario de la sombra muda ...
detente allí junto al abismo, y llora
como se llora al borde de las tumbas!”


Dime querido diario, ¿no sientes la fuerza de su poesía? … un poco lúgubre, quizás, ya se. Pero no por eso menos preciosa …. ¡pobrecilla! … ¿no crees que debió haber vivido muchos años? ……
(continuará)

martes, 16 de octubre de 2007

Mis pecados

No se disimular
Ni hacer hermosas frases
En mis ojos se ven mis sentimientos
Ni se escapar de ti
Ni se librarme
Porque mi soberbia es ignorante
Y soberbio mi desespero

Pereza en el temor
Y mucha angustia
Parecen ser mis eternos cancerberos
No busco compasión,
Quizas sea cansancio
Mas no deseo verte, no a ese precio

En esta paradoja me consumo
No se si este poema
Me retrate
O si al invocarte en retazos
Me destruyo

Envidia del vigor
Con que me olvidas
Orgullo sin moral
Con que me hieres

Todo es fatua sorpresa, lo presiento
Me bebiste el alma de un mordisco
Y la ley del error nos hizo fuego

Ya no hay nada que hacer
Escribo porque vivir no basta

Y vivo en un morir eterno

La historia de Cecilia Solás(19). Una blogonovela cubana.

Anno 2002.
Capitulo 5. Somos como somos.

Sarita regresó al trabajo esa tarde después de visitar al doctor, y allí se complicó de mala manera. Hernán no había vuelto a llamarla y eso la tenía contrariada.

Cuando al fin pudo terminar las pruebas intensivas del nuevo sistema de facturas por Internet del cual ella era Jefe del Proyecto Técnico, se sintió aliviada. Al menos su vida profesional le brindaba efímeras recompensas. El sistema funcionaba superbien, y ella sabia que esto representaría mayor prestigio técnico y posiblemente un ascenso en el salario.

Se sentía tranquila en su trabajo, pero muy preocupada Algo andaba mal, y ella tan experta en probar sistemas y reformarlos hasta que funcionaran a la perfeccion, no acababa de comprender porque su sistema, el suyo, su vida personal, estaba llena de parches, desvios, ciclos infinitos, en fin, un total desastre, algo que cancaneaba y cancaneaba sin ella por primera vez ni siquiera imaginarse que fallaba en el mecanismo.

Se sentía sola, vacia, y su esposo de tantos años, Hernán, ya no le parecía el hombre con el que había compartido 25 años de su vida. Cambiaba por día, y ella también. ¿Para bien o para mal?. No sabía. Eso la contrariaba mucho, no saber exactamente qué le estaba pasando. Ella que siempre había tenido cualquier respuesta en la mano, se sentía confundida. Tremenda mente confundida.

Llegó a la casa tarde, pasadas las 10, los muchachos ya dormían. Vivía muy pendiente de ellos, aunque siempre de manera discreta para que no pudieran constatar su angustia interna y a la vez no se sintieran acorralados.

Cuando llegó a la casa Hernán había comprado algo para comer todos, a Sarita no le gustaba la idea de comprar comida hecha, pensaba que era una mala opción alimenticia y se sentía culpable por no disponer del tiempo para cocinar para su familia de una manera sana y nutritiva. Y a Hernán le parecía una maravilla eso de no tener que cocinar, solo llamar por teléfono y ya.

- Hola mi amor, traté de llegar antes pero no pude, sabes como es eso.…

- Se te nota cansada, mira compré pizza. Quiero enseñarte algo a ver que piensas.

- ¿Pizza?, no pudiste elegir algo mejor, ¿por qué no me llamaste?, sabes que no es bueno comer tanta pizza, me hubieras llamado ¿Qué me quieres enseñar?

- ¿Para qué?, para que me dijeras eso mismo, mira si no quieres pizza, entonces prepárate algo tú. A nosotros nos gusta. Ya se te olvido lo del carro nuevo que voy a comprarme.

- ¿Nosotros?, bueno… si, eso haré estoy tan cansada, y me siento tan asustada, ni hambre tengo a decirte verdad. ¿Tú?, ¿vas a comprarte otro carro?

- ¿Por qué asustada? … chica que mala memoria… hoy te dije que estaba viendo carros.

- Por lo que me dijo el médico hoy. ¡Ah! Si el carro….otro más…

-¿Qué te dijo?, ¡Pero sigues con eso! Ya te dije que no le hicieras caso. Eso de que te vas a morir es una exageración, mira si le empiezas a dar taller a eso si que te vas a morir. Mira come algo y ven para que veas el carro - dijo apuntándole a la labtop que descansaba en sus piernas.

- Pero Hernán, yo me siento mal, tengo una angustia muy grande, me siento muy cansada y todo me preocupa, eso no es normal.

- Pues mira peor para ti, si sigues así entonces es verdad lo que dijo el médico, te vas a morir, jajajajaja …..

- Por Dios Hernán que me siento mal, no juegues, no bromees, me siento muy mal. Como nunca.

- Mira, Sara, llevamos 5 años en este país casi, vives mejor que lo que soñaste en tu puñetera vida, manejas un carro de lujo y del año. Tenemos dinero de sobra y te vienes a quejar que te sientes mal. Si sigues empecinada en eso no se si pueda aguantarte por mucho tiempo, aquí se viene a luchar y a salir adelante, no a ser una carga.

- ¿De que hablas Hernán?, si trabajo como un hombre, hasta mas que tú. Si llevo 5 años sin pensar en mi casi, pendiente de tus necesidades, tus preocupaciones, tus hipocondrías, tus enfermedades imaginarias. Los muchachos. Mis padres enfermos. ¿Y me sales con esta?, ¿pero quién te crees que eres?, ¿por qué no miras a tu alrededor y te comparas con los demás para que veas cuanto nos falta por llegar y no solo me refiero a bienes materiales Hernán. Tu arrogancia, ese delirio de grandeza que estoy tratando de sobrellevar hace tiempo, y ahora que por primera vez me siento mal, me siento enferma ¡y me sales con esta!. Si al menos tuviera aquí a Cecilia o a Casandra o a alguna amiga con la que conversar y desahogarme y no recibir criticas.

- Pues si chica, ojala que tuvieras a alguien que te aguantara porque yo no te voy a aceptar críticas y mucho menos letanías o cantilenas, y mira a ver que si quieres seguir conmigo tienes que echar para alante y dejarte de blandenguerías.

- ¡Hernán! … te veo y cada vez te reconozco menos, será que siempre fuiste así y no me había dado cuenta. Mira, primera y última vez que te hablo de cómo me siento. Y tienes razón, aquí se vino a echar para alante y no a dejarse vencer. Gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta. Pero no te confundas tú no eres rico, tienes un salario y ya. No eres rico Hernán no seas fatuo.

- No me hables así Sara, sabes que no me gusta nada cuando te pones así, a mi no me metas miedo.

- ¿Miedo?, ¿y para qué quiero darte miedo? Hernán, el miedo no come aquí, ¿no dices eso siempre?… quizás es que deba empezar a mirar la vida con otros ojos, si, quizás. ¿ sabes cuanto puede costar un par de ojos nuevos como esos que tú tienes?

- Tus ironías me cansan Sara

- Y a mi tu ceguera, Hernán. Vete a la mierda y déjame en paz

- Sara, no te permito….

- Permitirme ¿qué?… mira, va y en seis meses ya no tienes que aguantarme más, según el médico, o quien sabe si esto es un aviso de Dios ….

- Sara… no me chantajees…..

- Y tú Hernán, no me jodas…. (continuará)

lunes, 15 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(18). Una blogonovela cubana.

Anno 2002.
Capitulo 5. Y cómo es él ... la, la, la.....

Esas medias mañanas de las ciudades costeras valen un Potosí. Un vientecillo aún calido pero ligeramente más fresco que en el bravo verano, aunque el sol se empeñe en recalentarnos la vida, es un consuelo. No, un placer.

Y así despuntaba este día de noviembre del 2002. Fresco y cálido, radiante y tenue, un cielo azulísimo bordado de algodonosas nubes y un aire limpio y respirable, - gracias al desarrollo sostenible de no tener que sostener muchos autos contaminantes en la gran ciudad – en la ciudad más excepcional del planeta si cabe esta absurda superlatividad, en donde cualquier contraste ideado hace palidecer a la desconcertante realidad.

El edificio entero expuesto a la radiantez matinal como si fuera una sola casa, de modo que no era difícil atisbar entre ventanas y balcones siempre abiertos, convidando a mirar. Un grito afable, de esos que no desentonan en la costumbre,

- ¡Ceciiiiiii … ! , ¡Ceeeeciiiiiii … !, ¡Oyeeeee, tu amiga Sarita te respondió! , dale, ven.

Solamente asomarse a la ventana y mirar para arriba ; suficiente para responder con un gesto de esos que lo dicen todo, pero ¿para qué traicionar a la costumbre?, y el grito es devuelto con entusiástico vigor.

- Si Yola, ya voy, espera que estoy hablando por teléfono, en cuanto termine subo.

- Casandra, ¿oíste?, tengo correo de Sarita, ¡ay si chica claro que te mantendré al tanto!, claro que si, en cuanto lo lea te llamo de nuevo y te cuento. Ya ahorita Sarita La Violetera estará entre nosotros con su último cuplé.
- !%*((()*)( , digo.

- ¡Ah Casandra! ¿pero vas a seguir?, ya te dije mi amiga que lo cogieras con calma. Si, ya se que jode que le roben a una las ropas de la tendedera, pero como se te ocurre salir de la casa y dejar ropa colgada, así a la vista. Solo tú que tienes la cabeza no se donde.
- !!!!#$#&^^*^&^(^(*(^*, me pone mal.

- Siempre la coges con él, el rábano por las hojas él, claro que más se perdió en la guerra y eso de decirte que al menos “ nos tenemos el uno al otro y eso nadie nos lo podrá robar”, es de una dulzura infinita. Ya quisiera yo que Raúl me dijera una frase así tan preciosa y llena de amor. Pero tú lo que quieres es que te de más dinero para comprarte más trapos. Eres muy materialista chica, y no alcanzas a ver la espiritualidad de Rubén Mario. No lo mereces.
- *&)()(_(((%^%^%^%*&$#%$#$#%$, no jodas, yo soy mejor.

- ¿Qué si estoy jugando?, pues claro que si mi amiga, a ti no se te puede hacer caso. Me da mucha pena que te hayan robado, pero para ya de quejarte tienes el closet lleno de ropa y de zapatos y de cosas que ni usas, Dios dispuso que dieras un poco a los que tienen menos.
- &%%#$^%*^&^, ojala te pase igual

- Bueno, no te pongas furiosa, mira, olvida ya lo del robo del jean y los tres pullovers, en un final no es tanto, y que te sirva de experiencia. Y ya te dejo que Yola me espera.
- $#%$^&^87, bueno, no dejes de llamarme

- Chao, amiga.

Teléfono que enmudece, puerta que se cierra, pasos apurados. Puerta que se abre, cara de Ceci, gesto de Yola, complicidad e intriga. Computadora encendida y el mensaje por leer es atacado por cuatro ojos.

- Yola, ¿viste eso?, ¡viene sola!, !uy, uy, uy!

- Si Ceci, y te fijas que manda averiguar por un pintor…!uuuyy! ¡ay mamá que bueno está eso!

- Hoy es un día raro, primero Casandra molesta porque le entraron a la tendedera y la coge con el marido que solo trato de apaciguarla y ahora Sarita que viene sola y manda averiguar por un tipo ahí… ¿qué les pasa a mis amigas?

- Oye Ceci, déjate de ver fantasmas donde hay nada. Casandra siempre la coge con el marido y Sarita dice que es una gestión para una amiga. Déjate de fabricar historias.

- Tú empezaste, pero, si, quizás tienes razón…!Oye! … ¿quién será ese José Pablo Ramírez?

- Chica, el pintor que se acaba de ganar un premio en Francia en la muestra de pintura alternativa contemporánea de Toulouse. ¿No lo sabías?

- ¡Aaaayyy! ¡Que culta eres!, pues no, no lo sabia ¿y de cuando acá tú eres tan sabihonda de las bellas artes?

- Nada de eso, es que José Pablo es el marido de la prima de la vecina de la nuera de la madre de mi amiga Maguie.

- Nada, que son amiguísimos ustedes dos por lo visto. ¡Oye y con esa longaniza de gente por medio ¿tú crees que puedas averiguar algo de ese hombre?

- En mi vida lo he visto y no, no soy chismosa.

- Alabao sea Dios Yola, no es un chisme, es una información, una reseña autobiográfica, llámalo como quieras, míralo positivamente, un favor es un favor. Averigua lo que puedas para responderle a Sarita y que vea que nos ocupamos de sus encargos.

- Bueno, voy a hacer un té de manzanilla, nos lo tomamos y preparamos el primer parte de “La Lengua Suelta” con lo poco que se del sujeto pintor.

- No se, no se, algo me dice que algo no está bien.

- Algo es el marido de la alga… déjate de intrigas … (continuará)

jueves, 11 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(17). Una blogonovela cubana.

Año 2002.
Capitulo 5. ¡Pero no le digas ...!

From: Gustavo Marrero <gmarrero@islamia.com>
To: Sara Llogat <sara.llogat@yahoo.com>
Sent: Wednesday, September 3, 2004 7:52:14 PM
Subject: Cecilia otra vez

!Sarita! Pero que alegría y que me hayas respondido tan rápido. Me he quedado pasmada, cómo es eso que vienen y en 15 días !pero si ya casi están aquí!, y ¿dónde van a quedarse?, mi casa está ya desmantelada pero aún tiene camas y el cuarto de Gabrielito se los pongo a su disposición. ¡Cuando Raul se entere!, pero anda por Madruga viendo a Gerardo su padrino, sabes como son esas cosas rituales en las que Raúl siempre ha estado envuelto. Te acuerdas cuando tu despedida que fuimos los cuatro a comer a “La Torre” y Hernán decía “ más nunca voy a ver este panorama” , pues bien, iremos otra vez para que se caiga de nalgas y no escupa más para arriba. ¡Mira que dijo veces que no iba a venir más nunca , ni de visita!

¡Ah! Con quien si acabo de hablar es con Casandra, dice que va a organizar un fiestón con los amigos comunes, que solo quiere saber que día de los que vas a estar aquí les convendría. Imagino que los muchachos se queden con tu hermana.

Yo aquí mi amiga, con el moco caído, pero tu visita me ha alegrado la existencia. Ya nos sentaremos a conversar. Tienes que explicarme muchas cosas quiero empezar a trabajar en cuanto llegue, y tú seguro que puedes ayudarme a conseguir algo.

Respóndeme tan rápido como puedas que como veo es muy rápido. Y ya empiezo a preparar la casa para cuando lleguen.

¡Me has alegrado la vida, hermana!, ¡ah! ¿y cuántos días vienen?

Un beso grande a los cuatro y todo mi amor, Ceci


From: Sara Llogat <sara.llogat@yahoo.com>
To: Gustavo Marrero <gmarrero@islamia.com>
Sent: Wednesday, September 3, 2004 11:52:14 PM
Subject: Re: Cecilia otra vez

Ceci, durante el día tengo mucho tiempo para responder, pues generalmente siempre estoy conectada, y entre una cosa y otra busco un tiempito. Cuando llego a la casa todo se me complica, ya sabes, preparar la comida y atender a Hernán y a los muchachos, y tratar de mantenerme al día.

De su mudada para estos lados, ya hablaremos, la manera en que se vive allá es muy distinta a la de aquí, y no tanto por ti amiga que se que eres una luchadora, sino por Raúl que es muy explosivo, bueno, nada que no se pueda cambiar, pero te alerto, aquí tiene que ponerse las pilas.

Los muchachos ya los verás, y Hernán, bueno, amiga, los otros días un tío me dijo que eso allá es “ al duro y sin guantes” y esto aquí “ al duro y con guantes”, y te aclaro con los guantes bien puestos. No es que nos vaya mal, sabes que los dos siempre hemos trabajado mucho, pero con tantas oportunidades y cosas nuevas en la vida, te digo hay que tenerlos muy bien puestos para no caer de una manera u otra, y no hablo de los guantes.

Voy sola, y no me preguntes por qué, ya te lo diré. Lo de la fiesta en casa de Casandra me encanta, que me diga ella el día y yo me adapto, sabes que este viaje tiene como principal objetivo verlos a ustedes, a mis amigos de siempre.

Por cierto tengo una amiga que se escribe con un pintor parece que famoso por allá, se llama José Pablo Ramírez… ¿Lo conoces? Bueno, si lo conoces o puedes averiguar algo de esa persona, con mucha discresión, pues me lo dices, que mi amiga quiere saber más de lo que él le cuenta. No le digas nada de esta encomienda a Casandra que sabes que ella es muy sigilosa.

Un abrazo, Sarita

- ¡Ah! No me vayan a esperar al aeropuerto, pues el vuelo es de madrugada, y para qué. Yo aterrizo en la casa de ustedes en cuanto llegue.
- Otra cosa. No se dice "más nunca", se dice "nunca más". (continuará)

miércoles, 10 de octubre de 2007

Desde la cuerda floja de mis sentimientos

Desde la cuerda floja de mis sentimientos,
audaz equilibrista tratando de buscar
el justo medio entre los extremos,
sabiendo de antemano que cualquier
giro, brusco o suave
conduce a un salto al vacío,
salto mortal,
que rompe ilusiones,
destroza imágenes,
tritura ecos y paisajes,
y sin embargo,
la cuerda vibra, y se tensa
como si quisiera provocando,
medir la fuerza con que
se aferran mis sentimientos
al vacío.

Abril 1999

lunes, 8 de octubre de 2007

"Aromas de un Viaje" by generacionasere ...

Me levanté y como es mi costumbre salí a visitar a mis amigos blogeros. Es algo que hago todos los días pues me da fuerzas y entusiasmo para iniciar el día, mejor que un café, les diría sin animos de exagerar. Hoy la alegría ha sido mayor aún. Aquí les dejo la opinión de GeneracionAsere después de haber asistido el sábado a ver “Aromas de uu Viaje”. (pinchen en el titulo)

domingo, 7 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(16). Una blogonovela cubana.

Año 2002.
Capitulo 5. ¡Mira todo lo que tengo!

- Sara Llogat?
- Is me.
- Good morning my dear. Follow me, please ......
- Ok …
- Please sit here. Doctor will be with you soon. Just stay and relax.
- No problem. Thanks.
- Let me take your blood pressure, temperature and pulse.
- Sure… thanks
-Just relax, doctor will be with you soon … take care. Relax please you seem so stressed.
-!Oh no! I am fine, thanks…
-Well…

¿qué tendré?, ¿que me dirá el doctor…?, ¿para que me habrá citado de ayer para hoy? y con lo pesao que se pone, pero bueno, es un buen médico. Yo me siento bien, no se cuál es su lío conmigo. Tú sabes como es esto lo de aquí, que lo sobreanalizan a uno para sacarle el dinero a los seguros, bueno, ya, que el seguro pague, a ti qué te importa, al menos sabré si tengo algo. ¡Ay Sara mira que eres trágica! … ¡jajaja!... así me diría Ceci si me oyera este soliloquio. Ceci, mi amiga, ¿que será de su vida?

Puerta que abre. Cara afable y seria con historia clínica en mano. Es el doctor Fernández, el médico de Sara y de Hernán.

-¡Hola Doña!, ¿cómo te sientes?

compatriota de Sara, llegó de niño, y había estudiado en una universidad del norte. Nunca se había relacionado con sus colegas de “allá”, y a Sara siempre le llamaba la atención que en el trato con sus pacientes fueran tan parecidos. Idiosincrasia, sin dudas, pensaba.

- Bien, mi doc, estoy bien. ¿y usted qué dice?

- Estaba revisando tu historia y los resultados de los exámenes ayer, por eso te mandé buscar. Los exámenes arrojan parámetros normales, todos, y sabes que te hice mas de 40 tests. Estás sana Sara, pero no estás bien. La presión sigue por las nubes y el colesterol como si tuvieras 80 años. Pero estás sana, el cuerpo, digo… por ahora… ¿tú tienes algún problema?, ¿en la casa?, ¿con tu marido?, ¿los hijos?, ¿problemas económicos?, ¿algo que justifique esto?

- ¿Cómo estoy?, ¿que justifique qué?, pero si acaba usted de decir que estoy bien. ¿Qué pasa?

- ¡Oh, si!, estás bien, ¿eso dije?, mírate. Ansiosa. Nerviosa. Y sabes, si, estás bien de cuerpo, pero tienes la presión por las nubes, eres una bomba con dos patas. Si sigues así te vas a joder. Me oíste. Estás en una edad muy peligrosa, donde más muertes hay por problemas cardiacos.

- Pero, ¿tengo algo en el corazón?, ¿es eso?

- No, pero con esa presión… mira… no me digas nada… pero se que tienes problemas. Todo apunta a un estado súper agudo de stress, y te digo más… si no te controlas… a ver estamos a abril 15, bien, no quiero meterte miedo Sara, pero no llegas al 2003. Tienes que relajarte, tranquilizarte y calmarte. ¿Me entiendes?. Es un problema de vida o muerte.

- Pero si me dice que los test dieron bien.

- Si, de ahí mi urgencia. Mira Sara, mejor hubiera sido que hubiera saltado algún test, que todo esto fuera por una causa orgánica, fisiológica. Pero esa presión alta sostenida, inbajable… ese colesterol por las nubes … sin motivos… me preocupa más que cualquier otra cosa. Mejor que hubiera alguna causa real, pero no. Todo está en tu mente Sara, y eso es peor. Y te digo más, antes de entrar aquí hace cinco minutos, hablé con Hernán, le expliqué como estás y que tiene que cuidarte. Tienes que cuidarte Sara.

- ¿Y qué le dijo doctor?, ¿qué le dijo?

- Nada, que iba a hablar contigo, pero que él te veía mejor que nunca

-¿Eso dijo?

- Este es el plan que te ordeno. Te tomas todas estas pastillas. Aquí están las recetas. Empieza hoy mismo. Y ven dentro de 10 días a ver como anda esa presión y si te veo más relajada. Mira esas manos, si casi estás temblando. ¿ de verdad no tienes algún problema?

-No doctor, por qué iba a mentirle.

-Bueno, anda ya. Y te espero en 10 días. No quiero asustarte pero tienes que cuidarte Sara, ¿Me entiendes?

- Si, pierda cuidado, gracias y bye mi doc…

Dios, no me abandones… no ahora…
dame fuerzas de donde no se,
nunca he creído mucho en ti,
demuéstrame ahora que existes.
No me dejes irme de la vida
sin haberla vivido un poco.
Dios mío, ¿por qué?

- ¿Hernán?, ya salí de la consulta. ¿Dice el doctor que habló contigo?. Dice que si sigo así no llego a fin de año, que soy una bomba en dos patas. Hernán me siento tan asustada… no se… me siento con mucho miedo…. Hernán… ¿Me escuchas?

- Si Sara, claro que te escucho. En primera cálmate y deja de hablar como si te fueras a morir hoy, disculpa, pero no puedo atenderte ahora. Estoy en medio de un asunto aquí en la oficina. Te llamo en cuanto termine. ¡Ah! Y no le hagas caso al doctor ese que es un comemierda y un exagerado. Mira, cuando lleguemos a la casa hablamos de eso y del carro que me voy a comprar, te va a gustar, es convertible… lo busqué en la Internet. Bueno hablamos después … chao, mi amor. Y tranquila que estás mejor que nunca.

- ¡Hernán!… ¡Hernán! ,,, oye… no me cuelgues… ¡Hernán! ….. (continuará)

viernes, 5 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(15). Una blogonovela cubana.

Año 2002.
Capitulo 4. Aromas de un mensaje

La respuesta no se hizo esperar, para Ceci fue un asombro que en menos de media hora Sara le estuviera contestando. Para Ceci pasar un email era toda una faena. Para Sara era lo mas normal del mundo estar conectada y recibir mensajes y responderlos al instante.
Ceci se había quedado conversando con Yola solo para matar el tiempo. Y claro se había desconectado. Solo antes de irse, le dijo a Yola:

- Avísame cuando haya respuesta, ¿tú crees que Sarita se demore en responderme?, si es como aquí que hay que conectarse y todo eso. …. no se como será eso allá.

- ¡Ay niña! ¡que boba eres! allá siempre están conectados, imagínate que hay líneas para los teléfonos y líneas para las computadoras, y todo el mundo anda con su celular en la mano. Sabes que mi hermana está allá y me cuenta todo, es muy distinta la vida, tan distinta como ni imaginas. Mira me voy a conectar ahora mismo por si Sara pudo responder ya.

- ¡Ay chica, que no hace ni una hora!, ¿cómo va a haber contestado?

- ¡Que te digo que la gente allá siempre está conectada!, ... deja ver.

- ¡Ah si!, andan con la computadora a cuestas como un bacalao.... en una mochila... ¡jajajaja!

- ¡Ay no jeringues, deja ver, es solo un momentico!

Yola se dispuso a establecer nuevamente la conexión, y se quedo mirando para la PC, manipulándola como experta ante la mirada asombrada de Ceci.

- ¡Mira!, ¡qué te dije!, ¡ahí la tienes!

Y más asombrada aún, Ceci comenzó a leer:

From: Sara Llogat <sara.llogat@yahoo.com>
To: Gustavo Marrero <gmarrero@islamia.com>
Sent: Wednesday, September 3, 2004 6:52:14 PM
Subject: Re: De tu amiga Cecilia

Ceci hermana, gracias a Dios ¿pero no te han dado mis recados?, te he mandado mil mensajes con cuanta gente supe que te conocía y tenia su email. Había oído algo que venias, pero me extrañaba tanto que no hubieras contactado conmigo. Y te llamaba por teléfono y nada, ¿cambiaste el número?, si es así mándame el nuevo.

Bueno amiga, me alegro que vengas, así no estaré tan sola. Ya te contaré cuando nos veamos, que va a ser pronto pues viajo a la Ciudad del Mar para el 20 de noviembre y si por casualidad te fuiste pues ya nos habremos visto aquí, sino espérame y te explicaré muchas cosas que te conviene saber de esto por acá, para que no te pase como a mi.

Los muchachos grandísimos y muy estudiosos, por suerte, son mi mayor tranquilidad. Y Hernán, si lo ves no lo conoces, si ni yo misma lo conozco. ¡Deja que se enteren de la llegada de ustedes!

Un abrazo fuerte, y dime en que puedo irte ayudando desde ya. ¡Ah! Y si lo necesitan cuenten con mi casa, hasta que puedan acotejarse ustedes en lo suyo.

Sabes que ustedes son para mí una familia más que de sangre, cuéntame de Raúl y de Gabrielito.

Los quiero, Sara

- Ay Yola, le voy a contestar ahora mismo. ¡Dice que llega el 20!, ¡Sara, regresando! ¿vendrá sola?, nada dice, !que raro!, ella no tiene familia aquí. Bueno, no directa. ¿a qué viene?. Cuando se fueron Hernán dijo que no iban a regresar ni de visita, me acuerdo como si fuera hoy. Que poniendo un pie en el avión esto aquí lo borraba para siempre de su vida. Así mismo dijo. Todo el mundo le cayó encima, si hasta Sarita le puso mala cara. !Sarita que siempre le reía todas las gracias! ¡Ay muchacha si Sarita ve por los ojos de Hernán!, que va Yola, tengo que preguntarle a qué viene. Ahora mismo le escribo.

- Dale Ceci. Mira voy a preparar un cafecito. Acomódate ahí y escríbele con calma, si no hay prisa. Pregúntale todo lo que quieras, y no dejes de contarme.

(continuará)

miércoles, 3 de octubre de 2007

La historia de Cecilia Solás(14). Una blogonovela cubana.

Año 2002.
Capitulo 4. Un puente con dos millones de orillas
Casandra y Cecilia eran muy amigas. Formaban un trío inseparable desde los años adolescentes, la tercera era Sara Llogat. Aparentemente la más afortunada de las tres. Tenía un marido que todo el mundo concordaba que era una suerte, par de hijos muy formales y estudiosos, una bella apariencia física y una inteligencia a prueba de bomba.

Sara Llogat vivía hacia 5 años muy cerca de la Ciudad del Sol por lo que cuando Casandra llamó a Ceci para decirle que había conseguido la dirección de correo electrónico, Ceci sintió un gran alivio y una inmensa alegría. Si cuando llegara allá, Sara iba a estar cerca o al menos disponible, Cecilia iba a estar mucho más tranquila. Por eso no mas copió el email se fue a casa de Yola para que le prestara el correo de ella, que a su vez era del marido ausente para mandarle una carta a Sarita explicándole su próxima llegada. Cecilia estaba realmente contenta.

Esta es copia fiel del mensaje:

From: Gustavo Marrero <gmarrero@islamia.com>
To: Sara Llogat <sara.llogat@yahoo.com>
Sent: Wednesday, Noviembre 3, 2004 6:36:14 PM
Subject: De tu amiga Cecilia

Sara querida, Me acaba de llamar Casandra con la sorpresa que tenia tu dirección de email. Puedes escribirme con confianza a esta que es del esposo de Yola mi vecina, pero él nunca lo abre.

Te diré que pronto nos vas a tener por allá. Solo estamos esperando que liberen a Gabriel, ya que por su edad está retenido, pero nos han dicho que todo se va a resolver en un mes o dos.

Raúl aplicó para una visa y resulta que clasificó y ya casi estamos listos y si no fuera por lo del muchacho ya hubiéramos partido.

Tengo tantas ganas de verte, como no imaginas, pero cuéntame, como te va, háblame de ti, de tu vida, que estás haciendo, en que trabajas, como les va a Lachy y a Hernandito, ya deben estar hecho unos hombrotes. Y dime de tu Hernán, ¿cómo está?, sabes que ustedes siempre fueron mi pareja de referencia y me encantaría que pudiéramos retomar la amistad a ver si Hernán influye en Raúl, que aunque sabes que es muy bueno conmigo, tiene sus cosas, que ya hablaremos.

Casandra me contó que vio unas fotos que le mandaste a Giomar donde estás hecha una pepilla, dice que pareces de 20, ¡que bueno amiga!. Bueno contéstame pronto y con confianza que este correo es como si fuera mío.

Un abrazo para los cuatro, tu hermanita, Ceci


Para Ceci era una tranquilidad muy grande saber que Sara y ella podrían reconectarse, siempre fueron confidentes, y aunque no estudiaron la misma carrera, eso no disminuyó para nada la sólida amistad que las había caracterizado. Se habían acompañado en bodas, bautizos, paritorios y cumpleaños y cuando Sara se marchó en 1997 le dejó todas sus cosas a ella y a Casandra.

Pero Sara no había regresado nunca y ahora la vida las iba a volver a unir. Cecilia estaba más que feliz.