miércoles, 12 de marzo de 2008

La historia de Cecilia Solás(54). Una blogonovela cubana.

Junio 2002.
Capitulo 13.

La muerte se muere de risa pero la vida
se muere de llanto pero la muerte pero la vida
pero nada nada nada.

BALADA DE LA PIEDRA QUE LLORA
de Alejandra Pizarnik
En Libro de Diana (1956)

Sara llegó a su casa, como casi siempre pasada las 8 de la noche. Hubiera querido trabajar en algo más sosegado, más cerca de la casa, menos angustioso. Pero ni pensarlo. Las ínfulas de Hernán no la dejaban serenarse. Hacia falta mucho dinero y todo nuevo. Todo nuevo. ¿Y si pasaba algo?, ¿nadie pensaba en eso?
Lo que entraba por esa puerta era un manojo de nervios. A veces Hernán preparaba la comida. Pero ni eso era seguro. También los muchachos estaban en esa edad que son y no son. Y eso por supuesto era una carga adicional. Invisible.

Se encontró a Hernán acostado en el sofá, dormido y con una toalla enredada al cuello. Sara sabía muy bien lo que eso significaba. Así que trató de que Hernán no se despertara.

Lo miró con lástima, rabia y tristeza. O lo que es lo mismo con angustia. Pero Dios! ¿Cómo puede vivir un alma con tantos sentimientos encontrados?, ¿cómo se llega a ese estadio tan terminal de la falta de amor?


¿Quién era este hombre?. Llevaban poco menos de 30 años juntos, desde muy jóvenes se habían encontrado y sus vidas con altas y bajas habían recorrido los mismos caminos. A pesar de los pesares, habían sorteado obstáculos difíciles, adversidades familiares, dificultades económicas, períodos de incomprensión. Todo había sido solventado.

Y de pronto… se daba cuenta que estaba delante de un extraño, de un hombre que la ninguneaba con su obstinación, su incapacidad de entenderla. No digamos de amarla.

La culpa era de ella, aunque aun no se había dado cuenta. ¿Cómo aspirar a que un hombre ame y respete a una mujer, si ella se empeña en ser su compañera, su amiga, su madre? Lo peor es el sentimiento materno. Y los hombres se acostumbran y comienzan en su inconciencia a confundir esposa con madre. Y claro, las madres todo lo perdonan y todo lo esperan. Quizás es el único y verdadero amor. Los otros son pactos convenientemente establecidos para obtener mutuas ventajas. Debe haber algo escrito por ahí sobre el tema. Sara no sabe. Solo siente.

Pero aun no había llegado tan lejos en sus reflexiones. Solo sabía que este hombre, era hoy por hoy su máxima preocupación. ¿En que lugar lo ponía en su vida?. Y no se trataba de José Pablo, aun quimera. Si de algo estaba clara era del hecho que José Pablo era el pretexto, ¿ya?. Eso de “ quitamarido” o “quitamujer” o de “ se metió en el medio”, no iba con su filosofía . Nadie se mete en medio si el espacio está lleno de vida, solo si ya hay un vacío es que esas cosas suceden. Una densa neblina. Mezcla de obligación y rutina. ¿Alguien dijo obstinación?

¿Pero por qué le tenia rabia, y lástima a la vez?, ¿ por qué pensaba más en él que en ella?, ¿es que acaso no sentía lastima por ella misma?. No la habían enseñado nunca a sentir compasión de si misma. Solo a defenderse y huir. Bueno, eso lo había aprendido sola. Instinto animal. Es de suponer.

Lo dejo dormir, ¿para qué despertarlo?, ¿para decirle qué? Sintió pena por él, por ella y por los dos.

Encendió la computadora, sin esperanzas. Hacia tres días que José Pablo no le escribía. Quizás fuera mejor así. Quizás necesitaba encerrarse en ella misma, pensar, repensar y curarse. Se sentía enferma de soledad. Demasiado joven aun para esa enfermedad de viejos.

Para su sorpresa, si, un mensaje la estaba esperando.

Decia asi:

Querida Sarita, los servidores de por acá están en crisis y le harán un mantenimiento general. Cuando se restablezca el servicio te volveré a escribir, pero imagino que se demore unos días. Un beso, José Pablo

Entretenida como estaba, no sintió a Hernán llegar y pararse sorpresivamente detrás de ella. Tampoco supo si había leído algo o qué. Tampoco le interesaba.

- No te oí llegar.
- Te vi durmiendo y no quise despertarte… ¿te sientes mal?
- Si. Tengo el cuerpo cortao.
- ¿Tendrás fiebre?
- No, no se.
- Hoy por la mañana estabas bien...
- Qué tú sabes, te fuiste muy temprano.
- Te dejé una nota, dormías placidamente.
- No me llamaste en todo el día.
- Estaba muy ocupada. Tú nunca me llamas tampoco. No soy adivina.
- ¿Y por qué te fuiste tan temprano?
- Me avisaron de un error que había que arreglar antes de las 8 am
- Te llamé a las 8 y me dijeron que no habías llegado, el celular estaba fuera de servicio.
- Si, lo desconecté para que nadie me interrumpiera.
- Ese nadie soy yo, ¿no?
- ¿Qué dices, chico?
- Si, te vas temprano, dejas una nota.. y que se caiga el mundo ….
- ¿Qué dices, quieres molestarme?
- Me sentí mal y tú no estabas.
- Yo no lo sabía.
- Si, lo sabías o no te importaba.
- ¿Cómo voy a saberlo?, ay no Hernán, ya te he dicho que estas hipocondríaco. No puedo seguirte, me canso y estoy exhausta. Discúlpame.
- Sara, no te importa como yo me siento, ¿verdad?
- No Hernán, no es eso, es que te la pasas con el cuerpo cortado, sino con un dolor en el pecho, o que no ves de un ojo, y ya no puedo hacerte caso. Los médicos no te encuentran nada. Y yo no se que te pasa. Yo si que no soy médico. Y tengo mucho trabajo y de verdad que estoy aburrida de mi existencia.
- No, chica, tú lo que eres es una desconsiderada. Solo piensas en ti. Eres muy mal agradecida. ¿No te preguntas si yo estoy cansado o qué?
- Ay no Hernán, no empieces. Son las 11 de la noche y no doy más, ¿me oyes?, ¿comiste?
- A ti que te importa si yo y tus hijos comimos o no…
- Ay no… así no… (continuará)

9 comentarios:

Ivis dijo...

Mede, te sigo leyendo, aprovecho que había dejado de hacerlo por mi viaje y hoy he leído de un tirón varios capítulos. Veo que has avanzado, me he dado banquete.

Al Godar dijo...

Oye, me gusto eso de "Nadie se mete en medio si el espacio está lleno de vida". Ya lo sabiamos, pero nunca lo habia visto es verde claro y verde oscuro...
Síguele dando que ya estamos llegando al final. Creo yo.
Saludos,
Al Godar

Anónimo dijo...

Oh no!, Señor Al Godar, no creo que estemos siguiera cerca del climax!
La Mede es una cajita de sorpresas, pero también una enciclopedia de secretos.
La Primi

Aguaya dijo...

Heyyyy, ya estaba acostumbrada al negro de fondo y al ver el verde me despisté un poco! pero sigo leyendo tu blognovela, Mede!!

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Todo cambia con el tiempo, es cierto, pero no todos necesitamos una mamá al lado. Que triste que esos 30 años hayan ido a parar al tragadero. Lo único cierto es que cuando se llega a ese estadio, es mejor terminar, que prolongar la angustia.


saludos, t.

Güicho dijo...

Veneno, plomo, sierra eléctrica, hacha, machete, tridente, divorcio o un macho... y veneno, plomo, sierra eléctrica, hacha, machete, tridente o divorcio.

En fin, recomiendo sacarle el líquido de freno al carro.

Anónimo dijo...

Medea: como sabe uno cuando se acaba el amor? Sera que se acaba o pasa a otro estadio? "Que queda de las penas y las alegrias del amor cuando este desaparece? Nada o peor que nada, queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punzan las sombras de aquellas espinas. Aquellas espinas, ya sabeis," escribio el poeta andaluz L. Cernuda y Perez. La historia de Hernan y Sarita me entristece. Siempre se tiene que acabar? Mis padres vivieron cincuenta y un agnos juntos y parecia que se amaban. O quizas aprendieron a vivir "como los erizos, ya sabeis". No es facil la soledad.

Yo soy Medea dijo...

Amigos queridos, gracias por sus cometarios,

para la Primi plena muchas gracias por concederme esos atributos quasimagicos o protomisticos.

Para Al, un agradecimeinto pleno por embullarme a seguirle dando a los pedales.

Al Asere Tony, ay viejo!, que se le puede hacer a un clavel que se desmerenga!!

Guicho, si a sacarle el liquido de freno al carro para que cante eso de ... ! y yo no voy a parar!

Ivis querida, me has dejado "enchanted" con tu articulo del "Regreso", todos hemos estado absortos leyendolo, se ve que te salio del alma. Es duro, querida... pero hay que seguir!!!

Agui amiguisima, cambie para los verdes a tono con la primavera que comienza... verdad que esta mas lindo asi?

Para Wenchester... ay amiga... mis padres tambien duraron 51 annos... bueno, ya de eso hemos hablado. Solo te digo algo, es mejor estar sola que mal acompannada y si te digo lo que dice un pintor loco que conoces... es mejor estar sola que bien acompannada!, la misantropia elevada a la enesima potencia. Para que vivir con alguien que lo que hace es exponenciarte la neurosis?, ay no!!! mejor que quede el recuerdo de un olvido si el caso es como el que se narra.

lola dijo...

Este capítulo me ha gustado mucho. Es verdad que algunos hombres buscan una madre, y siempre están haciendo comparaciones que si mi mamá guisa mejor, que si mi mamá esto lo hace asi o asao, pues chica ¡que se queden con su mamacita!
Un saludo!