jueves, 31 de julio de 2008

La historia de Cecilia Solás(64). Una blogonovela cubana.

"Sueño con serpientes,
con serpientes de mar,
con cierto mar, ay,
de serpientes sueño yo.
Largas, transparentes, y en sus barrigas llevan
lo que puedan arrebatarle al amor.

Oh, la mato y aparece una mayor.
Oh, con mucho más infierno en digestión."

Silvio Rodriguez
“Sueño con serpientes”
Del álbum “Días y flores”, 1975

Sara se despertó sobresaltada. Hernán la tenia agarrada por los hombros y con los ojos desorbitados y una expresión alucinante en el rostro le gritaba” la toalla… la toalla”. Nada parecía tener sentido. Sara no atinaba a comprender al punto que se dijo a si misma, ¡ay Sara otra vez estás teniendo una pesadilla!, pero la ilusión le duró poco. Hernán la tiro de la cama al piso a la vez que con sordos gemidos le decía jadeante… quítame la toalla del cuello… ¡me estoy ahogando…!!!

¿Era mucho o poco lo que Sara presentía?, ¿se puede sentir tan vivazmente en un sueño?... es duro, muy duro sentir que alguien le pide a una que lo salve, que haga algo o se muere. ¿Se moría Hernán ciertamente?.... Sara no sabía… un sopor denso invadía la habitación… sentía la respiración tosca, desacompasada, casi regurgitante de Hernán… Sara ¡despierta! … Hernán se asfixia… se muere… Sara solo tú puedes salvarlo … ¿No ves chica que se ahoga?.. ¿Quién habla?, ¿quién me habla? preguntaba una Sara vencida, cansada, asfixiada también, no por una toalla….!noooo……! Por una vida que no le dejaba rastro ni para volver sobre si misma.
Sara era un cadáver ya, así que la agonía de Hernán era para ella solamente una puerta que había que cruzar. Sintió risas… no estaba sola en la habitación pues. ¿Burlas?..Un humo denso, una neblina que le irritaba los ojos, la dejaba apenas ver sombras nada más. Si, indudablemente no estaba sola.....
Se levantó de un salto y atinó a quitarle a Hernán la toalla del cuello… pero espera… no era una toalla… algo con vida se prendía al cuello de Hernán, advirtió unos ojos cual ojales rasgados y vidriosos que la miraban anticipando un olor a muerte, a muerte u olvido. No era un olor nuevo para ella. Su vida llena de olores rancios, aristocráticos y pérfidos, donde un perfume de sonoro nombre francés se almizclaba con una fosa desbordada y con un búcaro de rosas mustiándose. No era el olor, era la mirada de ese par de ojos que envueltos en la felpa le recordaban que algo raro, maligno, malvado estaba sucediendo.
Hernán le imploraba que lo salvara casi ya sin voz… Sara se tiró a su cuello, desgarró con sus dientes y sus manos la toalla maldita… la hizo trizas, la deshiló… solo hilos entre sus manos...pero los ojos… ¿donde están los ojos de la serpiente…?

12 comentarios:

Al Godar dijo...

Hum! Esto se está poniendo diabólico!
Que bueno que lograste despertarla. No me hubiera gustado ver morir tan pronto a ese muchachón.
La canción de Silvio muy oportuna.
Saludos,
Al Godar

Anónimo dijo...

Esto se pone bueno...

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

eso del olor a muerte u olvido, me detuvo en seco.

de eso mismo pensaba el otro dia al salir de la obra de Ernesto... cada uno de nosotros tiene una guerra personal con el tiempo, pero a la vez un miedo terrible a perder la vida.
Yo creo que la muerte y el olvido están hechas con la misma esencia.

Que siga la fiesta, que a mi me gusta esta blogo-novela, caballero.

nos pillamos, t.

lola dijo...

Huy, por un momento pensé, antes de terminar de leer, que Hernán tenía un ataque al corazón, y que Sara lo iba a dejar morir, igual que hace Bette Davis en La Loba, hubiera sido una forma de deshacerse del problema, aunque yo lo digo, creo que no tendría valor de hacer una cosa así.Saludos!

Yo soy Medea dijo...

Amigos, gracias por los comentarios. Si, esta historia continua, asi, y si se pone buena como dijo WestChester pues cuanto mejor.

Para Lola, hay personas que ni viven, ni dejan vivir, aunque no esten muertas. Ojala no conozcas a ninguna asi.

Anónimo dijo...

"corto como la vida, dulce como el amor, amargo como la muerte", eso dicen los japoneses sobre el té y yo lo diría sobre este capítulo.
La Primi

lola dijo...

Sí, conozco a alguien que ni vive ni deja vivir, pero lo curioso del caso, es que esa misma persona se ha autoenvenenado, por decirlo de alguna manera, con su forma de ser, y al final creo que es la persona más infeliz que conozco, pero la verdad es que no me da pena, solit@ se lo ha buscado.

Yo soy Medea dijo...

Bueno, pues yo tambien conozco a algun@s asi. Al menos conozco a dos muy pero muy bien. Y tambien pienso que se han envenenado la vida. Dicen que todo veneno tiene su antidoto. Quizas hay quien se consuela deseandole lo peor al "causante". !Pobres necios! la vida se les va odiando y cuando llegue el final, que?, de que podran sentirse orgullosos?

Yo soy Medea dijo...

!Ah! para la curiosa que hizo una busqueda por la palabra "karin", le digo que no hay Karin, o al menos aun no ha llegado, pero que no la busque por ese nombre porque no la va a encontrar. !jajajaja!, si cuando yo lo digo, que hay gente que no vive ni deja vivir!

Aguaya dijo...

Pensé lo mismo: que Sara se iba a quitar el problema de arriba de forma "natural".
Yo me imaginaría una decisión firme después, no positiva para Hernán, por cierto...

Yo soy Medea dijo...

Agui!!! como te lleva la vida?, los ninnos?, el Platanazo?... en fin.... jajaja! de manera "natural".... jejeje! no hace falta... la vida..oh! la vida... pone a todo el mundo en su lugar!!!

Aguaya dijo...

Mede, me lleva de la mano y corriendo... pero bueno, ahí va, con los chiquillos acabando y el Platanazo a mi lado; ni remotamente la situación de Sara, jaja.
Beso pa' ti,
AB