domingo, 1 de febrero de 2009

Enema ó La libertad de pensar.




La historia:
Antonio (Axiel Texidó) , Un joven cura de los años 1700’s en una minúscula aldea del “Viejo Mundo” enamorado de Dolores (Marcia Stadler) - la muchacha que atiende la comida y limpieza - escribe versos y obras de teatro para ser representadas dentro de 300 años – cuando el mundo sea distinto -se deja llevar por el desenfreno del amor y tanto es así que llega a los oídos de la curia – avisado por la infeliz muchacha que teme que su “padrecito” se haya vuelto loco con sus odas irreverentes al culo y a las curvas. Cuatro represores (Christian Ocón, Carlos Bueno, Ivette Kellems y Nirma Necuze) que encarnan la justicia divina se presentan en la casa de Antonio. Acorralado por estos representantes del “poder divino de Dios” es obligado a “confesar sus extravíos” y condenado a serle extirpada “la glándula de la libertad”. Los enviados devenidos represores, devenidos inquisidores, devenidos madrugadores monstruos de la razón se convierten en expertos cirujanos que trastean en el cerebro de Antonio hasta dejarlo mutilado en cuerpo y alma. Dolores lo convence de huir al “Nuevo Mundo” que se presenta cual Paraíso recobrado, pero ya es tarde….Antonio ya ha dejado de ser quien era para convertirse en un ser anodino, titubeante, sin ansias que pregunta letánico “¿qué es la libertad?”

La puesta:
Con un vestuario depurado hasta el último detalle que evoca los años 1700’s, el elenco se confabula para recrearnos la historia. Ademanes de época, rebuscados movimientos, gestos intencionados y toda una regalía de detalles sutiles van de la mano con una impecable dicción, movimientos escénicos amplios y bien equilibrados. La música creada para esta pieza ayuda a decir y dice. El escenario con lo imprescindible para recrear el ambiente y con solo los más necesarios utensilios y accesorios: una copa repujada, un crucifijo, la fuente donde se sirve la cena, la silla repujada, el mantel, el Cristo que (hecho en tiza) al fondo del escenario, impresiona. Lo exacto. En fin una composición visual que agradecen los sentidos.

El texto:
Casi una hora y 15 minutos de una obra donde la palabra es Rey al mejor estilo del “Arte nuevo de hacer comedias”, Ernesto no perdona ni un segundo para entregarnos mayormente en verso, acudiendo a ratos al humor negro, la juglaresca, la farsa y la comedia, un texto donde cada párrafo ha sido bien pensado, hilvanado, cincelado y puesto en el lugar con esmero de orfebre. Dos momentos de la obra donde más – a mi juicio - se disfruta del ingenio y la argucia creadora del autor están dados en el dúo de Dorcomia y Merdufo (AnniaMary Martinez y Leandro Peraza) con su prueba de amor precisa al culo y al ano, y en la secuencia dónde los “enviados de Dios” le trepanan el cráneo a Antonio para extirparle “la glándula de la libertad ( centro de todo mal)” . La “Danza de Los Falos” que es el punto final de este episodio es un derroche de buen gusto, y picaresca con un toque freudiano.

Una vez más:

Otra vez TEMS nos entrega un pedazo de historia en varios sentidos: historia bien contada e Historia con mayúsculas en cuanto a la contribución a un teatro hispano – sin nacionalidad definida – en Miami, y ¿por qué no?, en los Estados Unidos. Una vez más Ernesto nos presenta una oportunidad para “Think Outside the box” – como bien apunta en el Programa de Mano. “El poder le teme al pensamiento…”, asevera Ernesto y con razón. Ejemplos sobran, y no solo en los lejanos ya 1700’s. Otra vez más, Ernesto nos cuenta de su obsesión con el tema del poder – no al estilo de “Sangre” donde “la palabra es ley” (sic); sino en un poder más absorbente por sutil, e implacable por manipulador. Un poder que está contenido en todo dogma que persigue convertirse en fe. En la única “Fe”. En el único camino posible. Y es por estos ruedos que llegamos a la idea que subyace detrás de este texto. Y yo me pregunto – ¿es qué existen verdades inconmovibles que no necesitan respuestas?, ¿es el ejercicio de pensar el pensamiento la vía para siempre seguir buscando? La vida es una sola, las respuestas perecederas, las preguntas eternas. ¿Qué es la Libertad?, es una pregunta eterna, que nunca tendrá respuesta a no ser que comprendamos de una vez y por todas que en cuanto pensemos “fuera de la caja” no nos queda otro remedio que inmediatamente desde dentro de la nueva caja arremeter contra ella para poder seguir pensando “out of the box”. La libertad es entonces un romper esquemas una y otra vez e ir descubriendo verdades, quizás circunstanciales hasta que rompamos las cajas, todas – o sea – la vida.

Otro post en El Parque Trillo

2 comentarios:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

cuenten con nosotros caballero!

Yo soy Medea dijo...

Gaviota aqui hay algo de lo que buscas:http://alocubano.com/epistolario.htm