martes, 29 de marzo de 2011
sábado, 19 de marzo de 2011
Mi prima Gladys
Mi prima Gladys
Quizás ella no lo sepa, o se entere si lee este post, pero mi prima Gladys Pandiello sin saberlo me dio uno de esos nudos al que me he podido agarrar de esta soga que es la vida.
Hace algunos años y después que nos vimos de nuevo aquí en USA, me contó que me recordaba de niña muy niña yo cuando íbamos a bañarnos a la playa de Puerto Esperanza (la mejor playa del mundo, sin arenas pero con un esplendoroso muelle que siempre me pareció una invitación a viajar hacia el infinito) dice ella que al enfrentarme al mar para entrar en el agua yo siempre decía “ yo solita, yo solita…”, claro decía más cosas seguramente pero esa es la que me caló hondo. No se porque pienso que cuando repetia esa frase estaba muertecita de miedo de entrar al agua.
Siempre tuve miedo a estar sola y a sentirme sola, en otras palabras durante muchos años de mi vida viví con miedo… y es que no hay nada más patético que sentirse infinitamente sola rodeada de un mar de gentes. Me sentía sola, abrumada y sin esperanzas.
Pero esa historia de Gladys cambió mi vida . Ahora cuando siento miedo me repito a mi misma " Yo solita, yo solita lo voy a vencer". Y me ayuda.
Claro, hoy ya no soy tan miedosa, o mejor dicho, se comprender mis miedos y hasta dominarlos. Si me apena y me da tristeza ser víctima de mezquindades, de abusos y de mentiras. Quizás todavía sienta miedo de ser maltratada, burlada, malquerida. Pero hasta eso ya me resbala. O como dicen que dijo “Nietzsche…” todo lo que no te mata, te da fortaleza”.
Mi prima Gladys y yo estamos unidas por el apellido Pandiello, esa sangre afincada en mi ser me ha permitido igual que a ella, a mi abuela Cuca, mi tia Fifa, mis primos Pandiellos sobreponernos a muchas adversidades, la más grande quiza habernos tenido que ir de nuestra patria, como hicieron nuestro abuelos asturianos por otras circunstancias, pero igual deben haber sufrido. Y me siento orgullosa de esa herencia.
Gracias querida prima por abrirle esa ventana a mi inconsciente y por tener la maravillosa sensibilidad (muy a lo Pandiello) de haber recordado esa minúscula historia y tener aún más delicadeza espiritual de contármela. Posiblemente en el fondo de tu corazón adivinabas que me iba a calar hondo.
Foto: del muelle de Puerto Esperanza, mirando a tierra. Foto tomada por mi padre en 1962.
domingo, 13 de marzo de 2011
Splendors of Vatican
Ayer fui a ver la exhibición que está en Fort Lauderdale Museum of Arts , ‘Splendors of Vatican”. Quedé fascinada por la maestría de la muestra. Todo digno de verse y admirarse: excelente curaduría, obras originales, un enfoque acerca de la historia del Vaticano y una amplia galería de cuadros ( algunos originales) , bajo relieves, vestuario, en fin “ El Esplendor del Vaticano” que no cesa. Y aunque la forma y manera en que el Vaticano se las ha agenciado para ser dueño de tanto arte está muy políticamente resguardado en la muestra, no puedo negar que me alegro una y mil veces de haber ido a verla.
Y ahora la anécdota:
A la salida de la exhibición, como es de suponer hay una tienda de regalos ( souvenirs), busqué algo que me permitiera recordar esta tan bien demostrada muestra. Había una colección de santos y ahí me detuve. Para mi sorpresa me encontré una minúscula replica de San Judas Tadeo, un fiel apóstol de Jesús y al que mi madre veneraba. Y que ha permitido que mi modesta fe no se haya empequeñecido. No obstante los golpes que da la vida.
Yo tomé la caja que portaba al santo y fui a pagar. La cajera una mujer de edad juvenilmente madura, tomo la cajita y leyó.. “Patrono de los Casos Desesperados”… y en su perfecto inglés me dijo: …!Oh! who is the one that is a desperate case?... Me… I answered prontly. Ella sonrió descreída pero amable y me dijo.., “…no pareces un caso desesperado… pero se que la fe hace milagros…”.
Lo que no le dije es que todos los días le ruego a San Judas para que me haga ver que si lo que yo anhelo profundamente no se me da… es porque Dios tiene un plan mejor para mí. Aunque aun yo lo ignore.
sábado, 5 de marzo de 2011
Mozambique y Filosofia
A veces un ritmo, una música, un tono puede transportar al más descreído a un mundo místico.
Y eso me ha pasado hoy escuchando esta percusión que rige lo que se llama el ritmo mozambique. Si, el mismo creado en los albores de 1960 - por Pello el Afrocán -y que marcó una época para todos aquellos que no sabíamos que Los Beatles estaban cambiando el ritmo de la humanidad.
Estos tres tambores sonando acompasadamente y brindando su voz para lograr una perfecta armonía me ha hecho pensar que este ritmo intrínsecamente africano es portavoz de un equilibrio y una armonía que ya quisiéramos todos alcanzar. (Hacer click en el título)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)