La historia de Cecilia Solás(31). Una blogonovela cubana

Capitulo 8
Mayo 2002. Regreso al futuro.

From: sara llogat mailto:sara.llogat@yahoo.com
To: josé pablo ramírez mailto:JPabloRamirez@cubarte.cult.cu
Sent: Wednesday, May 3, 2004 11:52:14 PM
Subject: ¡Qué alegria!

Pablito, así te llamaban ¿no?, pero que alegría dar contigo. Te cuento rápido. Vivo aquí a una hora de la Ciudad Dorada desde hace cinco años. Estoy casada hace 25 años, tengo dos hijos de 20 y 15 años, dos varones, que me han salido buenos muchachos, estudiosos y responsables. Trabajo para una compañía que hace proyectos de Internet, hago aplicaciones para Internet, estudie Computación e Informática y eso mismo hago, trabajo y trabajo. Esa es mi vida.
Pero me da tanta alegría, después de tantos años, quien me lo iba a decir. Ya se que eres famoso, ay si, un prestigiosísimo pintor, intelectual y que se yo que más. Me enorgullece que mi amiguito tan querido de la infancia sea toda una personalidad.
Pero cuéntame de ti. Seguramente tu vida es mucho más interesante que la mía, No soy más que una iconoclasta, y yo extraño tanto mi vida allá, sobretodo mis amigos, mis vecinos, que cualquier cosa que me digas me va a dar felicidad. Cuéntame de ti, ¿eres casado?, ¿tus padres viven?, ¿cómo vives?, ¿tienes hijos?, ¿nietos?

Un abrazo y un beso para ti querido amigo que regresas después de tantos años
Sarita

Te debo la foto. Mándame tú una a ver si eres un viejo gordo y calvo.



From: Jose Pablo Ramirez mailto:JPabloRamirez@cubarte.cult.cu
Sent: Monday, May 4, 2002 7:50 PM
To: sara.llogat@yahoo.com
Subject:


Sarita, hija mía, tienes un hijo de 20 años. Pero si estás a punto de ser abuela. No lo creo. En mi memoria tú eres la niña con quien bailaba twist y también Carmen y así, porque en aquel tiempo querías ser bailarina de cabaret, y talento no te faltaba.
Y qué curioso, por los años finales de los 70s pasé un curso de programación, para una computadora francesa que no recuerdo su nombre, IRIS no se que. Luego dejé por completo esas rutinas (literal).
Recuerdo mucho a tu padre y su máquina blanca. Recuerdo hasta una tostadora que llevaba un día para tu casa. El cachivache viajó entre nosotros, en el asiento trasero. Por supuesto que le tocamos todas las teclas, hasta que tu padre se encabronó, detuvo el carro y puso la tostadora en el asiento de alante. A ti te regañó más, claro. Cuando reanudó la marcha, y en complicidad conmigo, te vengaste, le sacaste la lengua.
Te diré que tengo una hija que cumplió dos años a los cincuenta minutos del primero de enero, fue la primera niña cubana del 2000. Desde hace quince años vivo con Magela, la madre de Leonor. Me he casado dos veces. Acabo de llegar de Francia, estuve dos meses en Toulouse y uno en Paris, montando una exposición con mi obra y dando una serie de conferencias sobre la plástica y el teatro, amén de trabajar algo en el festival de Biarritz, ir a la feria del libro de Frankfurt y dictar unas conferencias en Roma. Este año publiqué mi ensayo sobre las misiones de la hermenéutica en la ideografía del siglo XX, un macuto de 300 páginas. Por si lo encuentras en alguna librería se llama “Misiones”. Ahora me ocupo de varias cosas, aunque por estos días estoy descansando, lo que quiere decir leyendo y viendo mucho cine. Pero dime, ¿cómo diste conmigo? ¿Y cómo es eso de que eres iconoclasta?
Un beso,

Pablito!?!? ( ya nadie me llama así, solo tú querida amiguita)
(continuará)