Junio 2002.
Capitulo 11. ¿Un gallo en la cerca?
Querido Pablito, tu mensaje me ha llenado de confusiones, eres de verdad un poco enigmático… así que no te pintas como jodedor, pero te gusta vivir y gozar, y no eres solemne, aunque eres serio; de tantas partes que tiene mi cuerpo, lo que quieres es verme las nalgas, y así. ¿Podré tomarte en serio?
¡Ay Pablito!, creo que me estás tomando el pelo, pero eso no es lo que más me ha llamado la atención de tus respuestas. Es cierto que las dos entrevistas que me enviaste te proyectan como un hombre muy sensible, casi erudito y con una gran capacidad de análisis y determinación. No puedo quejarme, y de verdad que me has impresionado muchísimo. Pudiera decir que me has llenado de orgullo. ¿Pero eres sincero?, Las entrevistas impresionan, te lo acabo de decir, ¿te gusta impresionar?
Y es que en esta última carta, ¡ah!, hay un no se qué, un algo que me ha puesto a pensar. Y es cuando me dices en pocas palabras que lo político te es ajeno… o más bien no has sido ni una cosa ni otra. Ni militante, ni disidente… más o menos. Y esa posición me intriga. ¿Quién eres en realidad?, ¿Qué cosa eres?... quiero llegar al fondo de ti… ejerces una poderosa influencia en mi, pero a la vez me confundes. Como tú, un intelectual de un país tan complejo, de una isla de circunstancias malditas, de un lugar detenido en el tiempo puedes decirme que no eres ni una cosa ni otra. Tu intelectualidad ¿al servicio de que causa está?, ¿para quién produces?, ¿qué te motiva a crear?... ay Pablito me desconciertas… será posible que todo tú no seas más que un espejismo. Se que sobre el arte hay muy variadas y enconadas discusiones y enfoques arduos, y hay quien defiende el criterio que el arte no es más que un disfrute, algo que causa placer… pero en estos tiempos que corren, ¿acaso no se debe esperar algo mas que el simple goce, aunque ya solo esto no sea poco?, disculpa si puedo parecerte ignorante, pero quisiera ver en ti a un hombre más comprometido con su tiempo y sus circunstancias que con su obra. Más de la época que le toco vivir que de si mismo.
Prefiero mil veces a un artista con un sentido de pertenencia política aunque pudiera estar equivocado que a uno que lo mueven objetivos mas personales e individuales…
Ese es mi criterio personal, pero ¿cómo te defines tú?... ¡ay! si pudiera saber quién eres en realidad, que se esconde de verdad detrás de este personaje impresionante, me sentiría muy feliz, pero para serte honesta eres un misterio y créeme no lo digo para construir una frase. Ni tampoco para que suenes a hombre interesante, como me apuntas.
Quizás te parezco demasiado incisiva, pero tu última carta me ha despertado ideas que solo estaban agazapadas esperando una oportunidad para expresarse… ¿te canso mucho? No estás obligado en modo alguno a responderme, aunque para serte honesta me gustaría mucho.
Un beso, Sarita
7 comentarios:
Que misterioso esta ese Pablito. Hasta a mi me tiene intrigada quien es el. Me recuerda esa cancion de Nelson Ned: ¨Quien eres tu¨ que dice un pedazo:
Quien eres tu.
Seras un angel bueno o seras mi pecado.
Para saber si yo estoy cierto o equivocado.
tan solo el tiempo es quien me lo podra decir..
Le pega la verdad :))
Bueno los dejo que me estoy pintando el pelo que me han salido muchas canas y ya me tengo que quitar el tinte.
Teresa
El misterio es un express way que conduce directo al arrebato, están 'interconectados'. Si Pablito se monta en esa no para hasta anotar un touch down.
Coño, yo creo que eso quedo un poco americano. ¿?
hablamos mede,
t
"quien ers tu..?" Un oportunista, obviamente Uno de los tantos Salieris que abundan por La Habana.
Coño, cuanto aleteo y agitar de plumas sólo para posarse en la rama de siempre.
No sé, hay días en que las prefiero brutas.
Estoy alucinada, ¿hasta para un revolcón (con perdón) tiene que estar la política por medio?
Esta gente esta complicando demasiado las cosas...aunque Sara sigue bien nuestra discusion en el blog de generacionasere sobre los artistas, el arte y Cuba....
Es que en verdad asi somos...
Saludos,
Al Godar
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