domingo, 26 de octubre de 2008

La historia de Cecilia Solás(70). Una blogonovela cubana.



Sara sintió frio. Un frio que nunca jamás había sentido antes. Sin dudas el encuentro con José Pablo la convocaba a las más disimiles emociones corporales. Pero … ¿frio?. Miró a través de los cristales opacos por el humo, pero ¿que veía?, ¿qué quería ella ver?, ¿dónde estaba? Se arropó el cuello y algo raro sintió, es algo así como una piel, de esos cuellos de piel de vison o de nutria tan al uso en modas pasadas y no quiso mirarse pero supo entonces que algo andaba mal, o al menos en raras circunstancias.
A través de los cristales vio una mano que se alzaba y la impelía a entrar. Atinó a tomar el mango de la puerta y la misma se abrió arrastrándola a una suerte de atmosfera caliente, olorosa a tabaco y a licor, bulliciosa y fascinerosa. Un cantinero o algo así, le preguntó… ¿es usted Madame Sara?, - ¿What the fucking is this?, se le escapó desde lo más recondito de sus entrañas. Pardoun, - le respondió el camarero con aire gentil. Si, si soy Sara exclamó con un hilo de voz. pero ...y eso de Madame ... ¿a que viene? pensaba mientras asentía. Y solo eso bastó para que en medio de una amable sonrisa le dijera Monsieur José Pablo la espera, Suivez-moi autour ici, s'il vous plaît ... y dale con el francés volvió a pensar Sara y no pudo evitar decirse a si misma en expresión muy cubana, pero ¿y qué coño es esto?... sería una broma… pero de quién… quizás de su inconsciente sin dudas, tan HP, tan manipulador, o sino como explicarse ...

Y le señaló a una mesa. Sentado con una gran sonrisa un hombre vestido al estilo más francés que imaginarse pudiera, de aquella Francia donde los impresionistas levaron anclas y le dieron un bofetazo tal al mundo de las artes tan mayúsculo que el pobre mundo anda aun con una quijada desvencijada. Pablo con un chaleco de lana y corbatín anudado al cuello de seda color natural le hacia señas y se apuraba a recibirla con los dos brazos abiertos en lo que amenazaba ser el abrazo más fuerte que Sara pudiera haber recibido en su vida entera. Solo entonces se miró o a si misma y pudo comprobar con cierta dosis de horror que ambos estaban disfrazados o al menos vestidos según la moda parisina de la segunda mitad avanzada del siglo XIX, y un halo de miedo la sacudió sin piedad el alma y las entendederas… ¿es que acaso la Máquina del Tiempo existe?

No sin cierta prudencia optó por mirar a su alrededor... le parecía un bar de la época decimonónica, pero ¿cómo había llegado hasta allí?, que rara conjunción de factores habían hecho que el primer – y tan anhelado encuentro – con José Pablo, se realizara en tan extrañas circunstancias. ¿Dónde rayos estoy?, se repetía en su fuero mas intimo. Mas no obtuvo respuesta , o mejor, la mano y un sonoro y teatral beso de José Pablo, fue todo lo que obtuvo.
-¿ Eres tú?
- Si, no me reconoces…
- Si, pero ...no se suponía que nos encontráramos en …..
- Nada … y por supuesto Todo, así es la vida. ¿Es esto muy diferente a como imaginaste nuestro encuentro? ¿ Te asombras que la vida sea asi, digamos que traicionera, o mejor traviesa?, pues vete acostumbrando ….pero ven siéntate, déjame quitarte tu abrigo…
- ¿Abrigo?, ¿pero donde estamos José Pablo?, ¿cómo llegué aquí?
- Pues no lo se. Pero aquí estamos. Y es una suerte. Es el encuentro, el lugar y las circunstancias son meros accidentes. Lo importante es que estamos juntos.

Chasqueó los dedos, y al instante un camarero se le acercó…
- Lo mismo de siempre…
- !Lo mismo de siempre para la mesa de Monsieur José Pablo…! - grito el camarero.
- Pero Pablo, Pablito, no me repongo del asombro… Pero ¿dónde estamos?... sin dudas que te conocen….
- Ay Sara mi querida Sara, estamos donde tenemos que estar y que importa donde sea… dejemos pasar el tiempo… estamos juntos y eso es lo importante….
- Si, … ¿pero como llegué aquí? … ¿Por qué te dicen Monsieur…..?, respóndeme, dime la verdad.
- ¿verdad?, ¿crees en la verdad?

El mozo se acercó solemnemente portando una bandeja muy bien dispuesta con dos copas que puso exactamente una frente a otra en el centro de la mesa. Par de raras copas talladas en fino cristal y exactamente iguales y en cada base en forma de copula un liquido, cristalino, verde esmeralda. Completando el servicio una marmita pequeña de plata con algunos terrones de azúcar y dos cucharillas agujereadas – de plata también- con un diseño muy peculiar y además dos jarritas de cristal de roca llenas de agua. Eso era todo. Y ese todo era muy desconocido para Sara que no acababa de sosegarse.
- Mi adorada Sara, - le dijo Pablo con no disimulada prosopopeya - he ordenado esta bebida porque pienso que es la mejor manera de celebrar nuestro encuentro, pero debes tomarla con cuidado y bajo ningún concepto te tomarás este líquido sin antes obedecer al pie de la letra todas mis órdenes.
- … pero Pablo… ¿órdenes?... ¿qué lenguaje es ese?
- Si, hazme caso… o mejor confía ciegamente en mi...
- No estoy acostumbrada a eso
- Pues empieza ya… no hay otra forma… fíjate bien como yo lo hago y hazlo igual.

Tomó una cucharilla y la puso en el borde de la copa. Acto seguido le colocó encima un terroncito de azúcar y lentamente comenzó a escanciar el agua sobre el terrón de azúcar… así… ¿ves?
- Pablo, no sé qué es esto… pero me parece fantástico todo este ceremonial y mira que belleza como el azúcar, el agua y el líquido se mezclan en la copa… ¿Pablo qué es esto?
- Sara, te he traído aquí para que conozcas una de las maravillas del mundo, estas tomando licor de ajenjo… mejor conocido como el Hada Verde, como tú que eres mi hada ...¿sabes qué es?
- Ajenjo… me suena… pero no, nunca lo había tomado….
- Sara mía, este licor ha causado muchos desmanes en el mundo, en este mundo… ¿ves aquel hombre de la mesa de la esquina?
- ¿Cual, al que le falta una oreja?
- Si, ese mismo… es un embarrador de telas. Su obra será respetada y venerada en el mundo entero… al igual que la de mucho de sus amigotes que rien en la misma mesa.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Todos lo saben… y ¿ves?... su desespero mayor fue pintar los tonos exactos del ajenjo y terminó pintando girasoles… y paisajes del campo y por eso es famoso…
- ¿Y la oreja vendada? …
- Esa es otra historia Sara. Concentrémonos en nosotros dos…
- Te he traído aquí porque nuestro amor estará sellado por este elixir… nada será cierto, y todo será verdad… o al reves, no mejor y al reves, o mejor aun de las tres maneras ....¿me entiendes?
- No, Pablito, no entiendo nada, pero no me importa….
- Sara, toma un sorbo de tu copa, solo un sorbo, es importante que sea un pequeño sorbo…
- ¿Asi?
- Si , así está bien…

Sara sorbió con mucho cuidado el contenido verdoso -lechoso de esa copa que Pablito le apuraba en sus labios. No sabía que tomaba, pero confiaba tanto en él que tampoco le importaba, pero al tragar un viento helado le acaricio rudamente el rostro… y ya no se vio más en la mesa del bar parisino… estaba en su cama, acostada, empapada en sudor y a su lado durmiendo como un bendito Hernán con la toalla como siempre trasegada al cuello, roncando queda y angelicalmente.

¡Aayyy! Suspiró. Ya sabía yo, era un sueño, ¡qué alivio!, ¡estaba tan asustada, ¡pero que sueño tan raro!... es verdad lo que me dice Pablito que tengo el subconsciente jodío… es verdad ...
Se levantó de la cama para tomar agua o algo que la centrara de nuevo , a decir verdad ese sueño maldito la había puesto hasta con taquicardias. Dios, suerte que yo no creo en estas bobadas – se dijo a sí misma – mientras se preparaba un tilo para calmarse un poco , que si llego a ser de esas mujeres supersticiosas este sueño me sabría muy… pero muy mal….(continuará)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay! Medeilla! La fee verte, Jose Pablo empapado en ajenjo, suegno maldito o delicioso? Estaban en el Molino Rojo?

Y Hernan sigue roncando...

Anónimo dijo...

no entiendo este cuadro surrealista, pero me entretiene.
abrazos desde Pune,
LP

Ivis dijo...

Ah, la bohéme, quelle chose magnifique...

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Candela Mede, wow, gluck! Apretate con el sueno. Parece que la novela gira hacia profundidades impredecibles...

La Maja Desnuda dijo...

Y porque no hiciste un esfuerzito y seguiste sonnando, quizas nos hubieras podido contar algo mas hot que tomar absenta. Ando rapido que mannana es Halloween y me quiero vestir de Maja de Santa Maria, hace frio para andar desnuda. Medeita espabilate mijita.

La Maja Desnuda dijo...

pero hay que ver que Goya me quiso trajinar!

Lena dijo...

Siempre me pregunte a que sabe el absenta (eso es lo q estan tomando no). Que desilusion volver del suenio, lo estaba pasando mucho mejor en ese bar boemico Parisino con su Pablo y cerca de Van Gogh!
Me encanto!

Anónimo dijo...

el absenta es asquerosillo...hola, mede.

Anónimo dijo...

Me parece entender... tal parece que Pablo quiere llevar a Sara por el camino del vicio, la perversion y la corrupcion moral. Eso es lo que da a entenderse en este cuento. Mas claro ni el agua. Roguemos a Dios porque el alma inocente de Sara sea librada de ese maleficio terrible.