"Para exorcizar a otra Medea". Abelardo Estorino.

Pinche aqui para detalles
No se debe al azar que haya escrito este monólogo sobre Medea. Desde hace mucho tiempo el mito de la hechicera bárbara me ronda. La primera aparición que recuerdo del personaje fue una puesta en escena en el Sindicato de Torcedores. No tengo la menor idea del barrio de la ciudad donde se encontraba, solo recuerdo un espacio circular. Y allí Julio Matas, entonces un director muy joven con la actriz Ofelia González me mostraron lo que era un clásico griego. Tendría que indagar sobre el Teatro Universitario para comprobar si no había visto antes alguna otra obra clásica dirigida por Luís A. Baralt o Luwig Schajowicz.
Mi memoria registra la conmovedora imagen de Herminia Sánchez en la Plaza Cadenas, acariciando la urna donde Electra supone que están guardadas las cenizas de Orestes.
También tuve la oportunidad de ver a esa gran actriz que fue Violeta Casals, con aquellos intensos ojos verdes capaces de trasmitir todos los estados de ánimo de un personaje tan complejo.
Sé que actrices de tanto prestigio como Ofelia Gilmain y Nuria Espert se han vestido con los conjuros, venganzas y pasiones de la infortunada heroína trágica.
Después conocí de cerca el mito presente en Euripídes, Séneca o Corneille y tantos otros dramaturgos fascinados por esa historia de amor y terror. Sucedió cuando tuve en mis manos el libreto de Reinaldo Montero y la voz y el gesto de Adria Santana para explorar las motivaciones de la hechicera de la Cólquida.
Y pasó el tiempo y olvidé la nave Argos y toda la tripulación que se arriesgaba buscando el Vellocino de Oro y un buen día, mi amiga Olga Lastra, interesada en un texto sobre el personaje para utilizarlo en un ejercicio de actuación me consulto el que usaría y me enamoré del bocadillo con que ella comenzaba: “¿Donde te has metido, Eurípides, viejo zorro?”
La frase despertó mi imaginación y comencé a descubrir facetas del personaje que podrían acercarlo a un público contemporáneo. Lo veía de manera diferente y podría convertirlo en un monologo que daría la posibilidad a Adria de descansar un tiempo de Las penas saben nadar, vista en tantos escenarios del mundo que ya ha perdido para la actriz su impacto inicial. Ahora Medea, impulsada por el fuego y la sangre y el amor, podría hacer que al enfrentar un nuevo personaje sintiera una vez más el miedo escénico con que se presentó en aquel Festival del monólogo de 1989.
Hemos trabajado tan unidos como siempre, para esta puesta que implica arriesgarse como sucede con todo estreno. Discutimos cada bocadillo, cada acción, cada interpretación del bocadillo y la acción, cambiando una palabra por otra más sonora o eliminando una frase que demora el ritmo. Resulta lindo trabajar así. No miento si digo que el texto está casi-casi escrito a cuatro manos. Digo casi-casi para no perder las razones por las que he obtenido mis premios. En fin es un trabajo colectivo, tan al gusto del teatro latinoamericano.
Y nos arriesgamos todos. No voy a enumerar a los participantes, sus nombres aparecen en otra página de este programa, pero diré que desde el asistente de dirección, los tramoyistas, contando diseñadores de vestuario e iluminación y música, todos, todos los que han hecho posible esta puesta en escena corremos el mismo riesgo. Y lo enfrentaremos como han hecho todos los cómicos que en el mundo han sido, desde los tiempos en que los corrales de Lope se llenaban de un público dispuesto a pelear junto a los aldeanos de Fuenteovejuna; o montar en el carromato en que se trasladaba la trouppe de Molière para recorrer la campiña francesa regalándole al público sus desparpajos y risotadas contra las damas ocultas tras máscaras de sapiencia; y rendir homenaje a los cubanísimos hermanos Gustavo y Francisco Robreño que arriesgaban su pellejo con sus negritos y gallegos y mulatas en el Teatro Martí al poner un granito de arena a la burla y choteo del pueblo contra los gobiernos de turno. Perdonen tanta cháchara. Esta noche para nosotros la palabra es riesgo. Y para ustedes también.

Programa de mano de "Medea busca Corinto"
Estreno Mundial Diciembre/2008