Año 2002
Capitulo 4.
Emero timbo oe ... emerotimbo...
Raúl llegó en el preciso momento en que Gerardo terminaba la ceremonia matutina de tirar el ekuele para hablar con Orula, Ifá mediante. Gerardo no era solo un babalawo muy reconocido en toda la Ciudad del Mar, sino además el babalocha de Raul y de mucho de sus amigos. Y un verdadero padrino en toda la extensión de la palabra.
El cuarto dedicado a los santos era una fiesta de colores… las velas casi todas rojas encendidas y una profusión de girasoles hacían palidecer al mismo sol y las flores blancas y la limpieza extrema aromaban con un perfume dulzón lo que otorgaba un aspecto místico y de recogimiento a la habitación. Copas y vasos llenos de agua daban fe de pedidos de asistencia para la elevación de seres que ya no habitaban el plano de la tierra pero que aún andaban extraviados en los vericuetos de los hombres, las fuentes de vidrio policromas llenas de omilasa dedicadas a las deidades nos hablaban de quien ejercía la religión con seriedad y espiritualidad. A un lado en una especie de addimú, una calabaza abierta en dos, una cazuela de arroz con leche , un pozuelo con merengues y dulce de coco blanco y otro con majarete ,maíz finado, plátanos de frutas, miel. Gerardo lo había preparado todo dedicándole comidas y regalos a Yemayá la diosa del mar, a Obátalá… y a Chango del cual Raúl era hijo de santo. Gerardo preparaba un ebbo para Raúl.
En un extremo del altar habían colocado cascarilla, colonia, una palangana con agua, caña, tabaco, y una botella de aguardiente lo que indicaba que Gerardo pensaba invocar a su protector y guía el Hermano Francisco.
Desde temprano lo esperaba pero la tardanza había obligado a comenzar sin él. No obstante ya Gerardo había hecho el moyugbar y recién iniciaba el ebbi, sin contratiempos.
Gerardo se alegró de ver asomarse a Raul a la puerta del altar, y lo invito a pasar, no sin antes saludar a todas las deidades presentes y brindarle sus respetos. Con la habitual parsimonia de los babalawos en estos casos el padrino comenzó la consulta del dilogun, todo parecía un ritual sin contratiempos, pero Gerardo tiraba y tiraba y rezaba y rezaba y meneaba la cabeza en señal de contradicción, y Raúl entendió preocupado que algo no andaba bien. Gerardo miró fijo a Raúl, entonces,
- no obtengo respuesta -no quiero pensar que estás en osobbo. ¿tú hiciste todo lo que te mandé?
Raúl asintió con cara de aflicción.
- Entonces ¿ que pasa? ¿Por qué Ifá no responde? ¿la promesa a San Lazaro la cumpliste?, ¿fuiste al templo?, ¿le llevaste lo que te pidió?,
Raúl negó con la cabeza… el padrino montó en cólera,
- insensato, ¿estás jugando con tus santos?, ¿con tus guerreros?, ¿qué te pasa Raúl?, mira vete ahora mismo no vaya a ser que sea peor el remedio que la enfermedad… vete y no vuelvas hasta tanto no hayas ido a su templo… estás loco Raúl Montero… como puedes jugar así… que Oloffi se apiade de ti y vaya contigo… yo nada puedo hacer ¡ah! y no se te ocurra montarte en el avión sin volver por aquí… Raúl, la furia de Changó te puede caer en el medio de la cabeza y yo estaré lejos…. Mira cuando vuelvas vamos a darle de comer a tus guerreros y a tu Santo… mira que ni siquiera dejaron que entraras… por tu madre Raúl, ¡no te arriesgues por gusto!
Raúl miro para el cielo como quien está sacando cuentas mentalmente,
- hoy es martes, ¿puedo volver el sábado?
- Chico, ¿tú estas jugando conmigo?, ¿por qué el sábado?, ¿Por qué no mañana mismo?
- No padrino, no me malinterprete es que tengo un asunto urgente que resolver
Como hijo de Changó que era, Raúl amaba los placeres mundanos más que a él mismo, lo que es mucho decir, y eso lo sabia su padrino,
- bueno, tú sabrás, no puedo ir contra tu destino, solo aconsejarte… ven el sábado… pero procura Raúl Montero estar el sábado a primera hora por aquí. ¡Ah! Y trae un mechón de pelo de Ceci y otro de Gabriel, hace falta que tu inmadurez no provoque la ira de los santos en ellos dos, inocentes que nada tiene que ver con tus malacrianzas.
A punto ya de irse, Gerardo lo llama y le dice ya en un tono decididamente molesto, Raúl, ¿y tu abfaca?, ¿dónde la dejaste?. Si no la vas a usar devuélvemela, ¿o es que te da vergüenza usarla?
Raúl iba a decirle algo, pero Gerardo le apuntó con el dedo advirtiéndole
- no te busques lo que no esta para ti Raúl, cumple con ellos y ellos te ayudaran, ¡o jódete! Si eso es lo que quieres, y ahora ¡vete ya! Me has disgustado y voy a ver si puedo hacer algo por ti. Y cerró la puerta de golpe.
Raúl se iba alejando mientras escuchaba en un susurro la voz de Gerardo que rezaba
O mi tutu/Ana tute/tutu Laroye/Tute ilé
y solo entonces se percató de la seriedad del asunto, pero ya era tarde.
En medio de su confusión solo atinó a exclamar cual suplicante, ¡San Lázaro, mi viejo, no me abandones y te juro que te lleno la iglesia tuya en la Ciudad Dorada de madreselvas y flores de incienso en cuanto llegue!
Raúl indudablemente se había vuelto loco o no valoraba la ira de su padre Changó, quien siempre lo había sacado de apuros, tal parece que a Raúl no le importaba que San Lazado y Santa Bárbara se embroncaran por él, y esto si que era una falta mayor de respeto que podía costarle muy pero que muy cara. (continuará)
8 comentarios:
Lo de Changó era la cabilla, no le importaba que Oggún le partiera pa’ arriba con sus mil mandriles... lo del tipo era entrar en Oyá, asalatar con alevosía a ese pozo tibio y en su hondura encontrar la esencia de la vida -que droga, ni que casa con 8 cuartos en la yumada- No que vaaaaaaaa... para Raul la verdadera libertad nunca estubo en el ligue sino mas bien en el momento -Don Juan es otro gaito comemd y de cañón corto- nananah... lo de él fue siempre dar, dar y redar, pero eso si - nada tan puro como llegar cansado después de la cogida y dar un beso en la frente de Cecilia-
T, el socio de Raul. ;)
Si, asi mismo es, pero no te parece que es un poco fula esa actitud... bueno, quiero decir a el le importan tres huevos lo que se vaya fuera de su gozadera... al menos, parece que lo estoy dibujando bien... el hecho que sea un gozon, no quiere decir que no sea un finne mental... ya veras... te anuncio que el va a seguir igual y eso tiene sus consecuencias... pero si... un gozon... ni por los santos se llama a contar.
Oye Rubia
se ve que duermes con tu Lidia Cabrera bajo la almohada o qué ondas? Le metes al tema en la costura... "Raul Montero" por qué ese nombre me suena algo familiar... mmmm?
Hola Medea
quería hacerte una pequeña sugerencia
¿has pensado en reconsiderar los títulos que pones a los capítulos? Para serte sincero, los encuentro algo sosos... podrías sacarle más lasca a esos títulos y recuerda que es lo primero que lee siempre el lector... no sé... es sólo una sugerencia
Osvaldo... tienes toda la razon, y me es tan dificil buscar un buen titulo... pero algo hice... a ver si lo mejore... gracias por la sugerencia.
Mi frigi, no le busques las cinco patas al gato. Raul Montero es un nombre sonoro, que pega para personaje de novela. No se por que esa suspicacia, no conozco a nadie que se llame asi, ni conozco a nadie con ese apellido tan pretencioso e innoble. Quitate de la cabeza ideas absurdas mi frigi.
La sociedad hace de nosotros ese tipo ruin, pero a la vez afable, que tiene la obligación de mirar la nevera de cuanta muchacha le pase por al lado, mas por deber que por convicción.
Todo una saga, esa infeliz tradición del culto al cabroncito petulante.
Claro que estoy contigo, Raul no pasa de ser un pobre diablo.
saludos, T
Tony y aseres, eso quiero que se vaya trasluciendo, no se si lo logre. Es la inmadurez que provoca la frustracion y que afecta a la sociedad como bien dices y en particular al comportamiento de la pareja como entidad y de sus componentes como individuos que son. Deja ver si logro retratar lo que tengo en la mente, creo que es un tema muy afin a todos los que nos vamos, no se si ya esta siendo captado por los que estan adentro. Me parece que no, es algo que tiene que ver con el amor, la libertad de eleccion y el compromiso, no como sacrificio, sino como conciencia del amor y del inmenso honor de ser amado con todo el respeto que ello merece. Para lograr esto tengo que mostrar el desastre, un fruto mas, amargo, acido de nuestra historia ciudadana.
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