La historia de Cecilia Solás(37). Una blogonovela cubana

Capitulo 9.
Mayo 2002. Samba con clave

De: Ana Laura D' Annuncio[mailto:anaLaura_dannuncio@hotmail.com]
Enviado el: Sábado, 16 de mayo de 2007 09:05 p.m.
Para: jpabloramirez@cubarte.cult.cu
Asunto: Saber de voce

Meu amor …, ¿Voce está ahí? Hace varias semanas que no he sabido de voce. Pero la angustia me mata. Pasé días maravillosos en mi último viaje a La Isla y se que es por voce.

Nao posso olvidarlo. Por las noches sueño que estamos juntos y voce me ama y me ama y sua lengua y sua pica recorren todo mi cuerpo. Es un sueño muito recurrente que me ha obligado a iniciar una terapia. No puedo seguir así.

Voce se ha instalado en mi ser todo y gobierna mi seso y mis entendederas, no solo mi sexo y mis anhelos íntimos.

Por favor contésteme. Beijos,
Su amiga qui adora, Ana Laura

El asombro salía a borbotones por esos ojos tan acostumbrados a ver tantas cosas que no se cansaban de leer esta nota como si una golondrina perdida en el verano recalara justo en la pantalla de su monitor.

Claro que se acordaba de Ana Laura, la joven y bella periodista brasileña que había conocido casi de casualidad como tres meses atrás y con la cual había vivido tres fantasiosos y más que fantásticos días aprovechando que Magela viajó a la Ciudad de La CostaSur con la madre para la boda de una prima.

¿Cómo es posible que después de tres meses esta muchacha le escribiera un mensaje tan perturbador? ¿Será cierto lo que dice?. José Pablo no pudo evitar que una oleada de orgullo masculino le soplara el rostro para que una leve sonrisa le hiciera sentir una vez mas que sin dudas le gustaba, le daba salud pensar que era un hombre irresistible y seductor. La honestidad para los demás si bien no era su fuerte, si lo era para consigo mismo y sabia, lo sabia perfectamente bien que era un hombre magnético que atraía a cuanta mujer necesitara o le conviniera. Eso tiene un nombre, lo sabemos. Jose Pablo sentia un infinito placer con esos pensamientos hedonistas que le brindaban una sensación de seguridad y de savoir faire.

Decidió no contestar inmediatamente el mensaje. Tenia que pensar un poco… había algo perturbador… ¿terapia decía Ana Laura?, ¿seria una tomadura de pelo?, ¡ojala! No quisiera enredarse inútilmente en una correspondencia bizantina con una loca. ¿De que le serviría?

Estos soliloquios lo mantenían ido del mundo; limpiar los pinceles y recoger los embarres era su momento preferido para meditar sobre las posibles estrategias.. ensimismado en sus reflexiones andaba cuando una voz de “Papá” lo hizo regresar rápido al mundo terrenal y abandonar Babia por el momento.

Leonor, su preciosa hija corría hacia él con un gran cucurucho de maní en la mano, mientras le decía cariñosísima, “ papá, maní, es para ti y para mi, mamá nos los compro”

Magela detrás de los pasos de la hija miraba sonriente la tierna escena. Se besaron todos. Una imagen feliz sin dudas, una familia feliz y unida…

- Mag.. ¿y eso tú por el estudio?, te hacia complicada hoy …
- Si, por eso vine. Me hace falta que te quedes con Leonor. Yo tengo una reunión que empieza a las cuatro y no se cuando termine y mami va a salir. ¿Te puedes hacer cargo?
- Mag, Leonor es mi mayor placer… me quedo con ella y hasta nos vamos a pasear.. ¿verdad Leonor?

Leonor con sus dos años y medio entendía perfectamente bien el significado de la palabra “paseo”. Sabia que eso era caminar y corretear de la mano de su padre por todo el muro del Malecón hasta que cayera la tarde y después terminar en una heladería de moda a comerse un helado grande y riquísimo de esos que tanto le gustaban.

- Jose, ¿quién es Sara?

La pregunta no solo por inesperada obligó a José Pablo a mantener el control de su rostro, ejercicio que por practicar de continuo apenas si le costaba esfuerzo.

- ¿Sara?, ¿Sara?... no se… ¿Quién es Sara?

- bueno, los otros días vi que tenias un mensaje de ella. Lo siento no estaba registrándote la computadora. Dejaste el correo abierto y la computadora encendida.

- !Ah! Sara Llogat. Una vieja compañera de escuela de la primatia, increíble, dice que dió con mi correo y me ha escrito desde la Ciudad Dorada… ¿Por qué?

- No, nada. No sabía quien era. No me comentaste.

- No hay que comentar, si la ves… la pobre es un cachalote, gorda y vieja que pa’que… si parece mi madre. Después si quieres te enseño una foto que me envió aunque no se si la guarde.

- No, no hace falta. Fue solo curiosidad. No te preocupes

- Mag… ¿celosa?. De esa mujer no te celes, es vieja, fea y siquiátrica a morirse. Estudiamos juntos en la primaria y fíjate si es infeliz y no tiene nada más que hacer que dio con mi correo dice que para saber de mi. Hace más de treinta años que nos dejamos de ver, eso es lo único que me motiva a responderle …

- No, nada de celos. Solo curiosidad mi amor. Bueno dejo a mis dos quereres juntos. Me puedo ir tranquila.

Besos y abrazos y más besos y más abrazos y pinceles limpios , cáscaras de maní regadas por el piso, Leonor en brazos de José Pablo, Magela que apura el paso y desaparece tras la puerta y una extraña mezcla de escepticismo y curiosidad. Sara y Ana Laura, dos mujeres que regresan del más allá, cada una es una promesa.. ¿pero de qué?

- ¡Que bien hice en mudar de correo a Sara!..., al menos así es invisible a Magela. Lo mismo haré con Ana Laura. Esta jodía costumbre de Magela de requisarme el correo a cada rato me pone en ascuas… tendré que cambiarle la clave hoy en cuanto llegue a la casa. Si eso … las precauciones nunca están de mas, después de todo navegue con suerte que si se topa con uno de Hehe o de Jauda… entonces si que me espera una tanda infinita. Hoy mismo cambio la clave… a ver si la adivina otra vez.

- papá, papito, deja de hablar ya solo, y dale vámonos, anda…

- Si, mi niñita querida, vámonos….

(continuará)