domingo, 19 de octubre de 2008

La historia de Cecilia Solás(69). Una blogonovela cubana.

"Sólo hay una fuerza motriz: el deseo."

ARISTÓTELES

Subir al Gólgota. Estoy segura que Jesús hubiera concordado. Nada más temible y terrible que las sabatinas visitas al asilo a visitar al padre. Hay quien le había dicho que si parecía un hotel. Nunca resistía los consuelos de tontos y ese menos. ¿Hotel? De mierda. Si. ¿pero hay hoteles de mierda?. Es triste entrar a un asilo, más triste que a un cementerio o a una funeraria. El olor a muerte y a ruina desborda los rincones.

Su padre tardó en morirse casi 20 años y para Sara irlo a ver a ese su séptimo circulo era una experiencia dolorosa, vital y repetitiva. Necesitaba toda la semana para recuperarse solo para volver de nuevo.

Pero no podía dejar de ir, por muchas razones, donde la falta de esperanza y la lástima ocupaban un lugar desesperado y privilegiado. Y hoy más. Hoy necesitaba hablar con él, o mejor con lo que quedaba de él, de su mente prodigiosa y de su ya mermada capacidad de ver donde otros nunca.

Se detuvo a la salida del elevador, solo para tomar aire y entrar con expresión triunfal y alegre al comedor donde todos los ancianos se amontonaban. Como si llegara a la gloria. Hoy más que nunca quería parecer segura, necesitaba hablar con su padre y buscar luz en lo poco que quedaba de aquella lumbre.

El la esperaba como siempre con cara feliz. A veces le decía…! qué bueno que llegaste, vámonos para la casa! , eso le partía el alma, pero su alma tan acostumbrada a recibir batacazos no se amilanaba. Otras veces le preguntaba si había traído café, pasteles, chicles, eso le gustaba más. Era más tonto que desear irse de allí, pero quizás por eso mismo lo prefería. Hay cosas en la vida que solo se resisten cuando nos sentamos en el banco de la bobería, que queda al lado del de la paciencia.

Hoy estaba contento. No mas llegó le anticipó que en cualquier momento conocería a su madrastra. Le había ofrecido matrimonio a todas las asistentes y enfermeras del lugar, y aparentemente hasta se celaban entre ellas. Y el se encantaba con las murumacas de las muchachas. Sara ponía cara de situación y lo regañaba, pero, pero, papi ¿y la que me presentaste la semana pasada?. Esta está mejor, le decía convencido, guiñándole un ojo. ¿Pero por qué?, esta tiene el culo más grande. Buena respuesta porque a fin de cuentas que más le podía llamar la atención a un hombre que había cruzado la ceca y la meca. Un culo y unas tetas grandes es lo mejor del mundo, acostumbraba a decirle a ella, que lo miraba entre divertida y asustada.
Pero algo advirtió el padre turulato que le tomó la mano y le dijo con cierta dosis de cariño recostado en un intento de ceño fruncido. A ver cuéntame, qué te pasa.

- Papi , ¿te acuerdas de aquel niño que recogíamos por la mañana cuando yo estudiaba en el colegio Couret?
- Si, claro, aquel chiquillo confianzuito y juguetón y para colmo dientuzo, ¿cómo no me voy a acordar?... ¡era un diablo!
- Bueno, no sabía que tuvieras esa opinión, después de todo era un niño..
- Si, tienes razón, ¿y a que viene esa historia?
- Bueno papi es que creo que me enamoré de él…
- Mi’ja no te parece que está un poco chico para ti …
- No creo, me parece que también creció… no se quedó enano.
- ¿Y en dónde lo ves?, oye, ¿y tu marido?
- No lo veo en ningún lado, y mi marido está bien, gracias.
- Y si no lo ves ¿cómo sabes que estás enamorada de él?
- Bueno papi, nos escribimos…
- ¿Se escriben?, ¿Por qué? ¿Y él está aquí?
- No, está allá.
- Ah! Pues no entiendo nada, ¿cuándo fuiste allá?
- No he ido, de eso se trata…
- !Ah! Me quieres decir que te has enamorado de un niño que está “allá” por cartas….
- Bueno, pongámoslo así…
- Y no te parece que estas muy vieja para eso….
- ¿Para qué?, ¿Para enamorarme?, ¿ tú crees?, y tú que te enamoras todas las semanas de una tetona distinta… ¿no estás viejo?, ¿más que yo?
- No, la de esta semana no es tetona.
- Es culona, que no es lo mismo pero es igual.
- Bueno ya, que hablamos de ti, no me hagas perder el hilo del pensamiento que sabes que tengo la cabeza mala.
- Bueno, si.. ..te decía…
- No tienes nada que decirme, ya lo se todo. Siempre lo supe. Pobre mujer, nunca ha estado enamorada, solo así se explica que a tu edad te enamoren por carta y tú te lo creas.
- No es por carta, es por el correo de la computadora.
- ¿Cartas por computadora? Es igual. Ya sabía que eso iba a existir, yo trabajé en ese proyecto.
- ¡Ah!... no me digas, ¿Cuándo?
- Eso que importa, no hablamos de mi… sigue diciéndome…
- El caso es que quiero ir a verlo, pero no se cómo ir…
- Quieres ir y no sabes cómo. Entonces no quieres. Uno siempre sabe cómo hacer las cosas que quiere.
- ¿Tú crees?
- Pues claro… pero cuídate, tú no estás preparada para fracasar y esta historia es más rara que la mía.
- ¿Cuál?
- La de mis culonas… (continuará)

11 comentarios:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

todos los días de mi vida hablo con mi viejo, pero en silencio.

Rosa dijo...

Que entrañable personaje ese papá. Me recuerda a la vez a mi abuelo y a mi papá, los dos hace mucho que no están, pero aún hablo con ellos a veces en mi mente. Un abrazo, genial Mede

Anónimo dijo...

Primi!
abrí tu blog luego de estudiar Sánscrito como por cinco horas sin parar y me has despertado, erizado, dado brincos en el estómago.
Es un capítulo perfecto, bello, no le sobra ni le falta una palabra.
Lo veo, lo veo todo.
Eres una escritora genial.
Nunca me voy a olvidar de la imagen de la bobería sentada al lado de la paciencia.
Te felicito. Y si me cabe, estoy muy orgullosa de ti, por tu escritura y por tu valor.
Un abrazo grande que llegue desde Pune hasta Miami.
La Primi

Yo soy Medea dijo...

Lo ves todo porque entre otras cosas, bien que fuiste alguna vez a un asilo igual que este... o se te olvida?, se que no. Me alegra que estes orgullosa de mi, preguntale a laISi por que estudio cibernetica?. Yo tambien sentia mucho orgullo por tu padre... bueno y ya,... que no se ni por que escribo esto por aqui.

Anónimo dijo...

Tendra razon el viejo sabio? Sara nunca "ha estado eneamorada"? Muy bueno, Medea!

Yo soy Medea dijo...

Para Mis Aseres, los entiendo muy bien. Yo tambien hablo en silencio con el, pero me parece que no me oye.

Gracias Yoana, siempre con una frase alegre para mi historia. te lo agradezco muchisimo.

Y para Westchester escapada de la tumba, te dire que el padre sabio conocia tanto a la hija que a la verdad daba miedo. No creo que Sara no se haya enamorado nunca, lo que si parece es que ninguno de sus amores la hicieron sentir amada. valorada y respetada y eso es muy triste.

Lena dijo...

Tristes esos asilos, pero por lo menos que lo pasa bien el padre!

Que bien de leer tu novela nuevamente!

saludos,

Anónimo dijo...

Claro que me acuerdo, Primi, del asilo, del padre, del elevador, y de los otros padres y hermanos y orgullos y silencios.
Cómo quisiera que vinieras por aquí. Yo nunca pensé que Pune me podría recordar tanto a Pinar del Río.
La Primi

Yo soy Medea dijo...

Gracias Lenita, ya vi que te encanta tu nueva ciudad. Y eso me alegra.

Primi, se hace camino al andar y siempre hay tiempo para llenar los olvidos y los silencios con sonrisa y alegria. Pinar del Rio es inimitable, debe ser que la nostalgia te mata, pero de cualquier forma o manera, siempre tenemos a Pinar En el corazon, sera como Marti el misterio que siempre nos acompanna...

lola dijo...

De todo lo que he leído hasta ahora, este capítulo me ha emocionado, cuando mi padre enfermó, ya en sus últimos tiempos, se creó entre nosotros una complicidad que dura aún. Yo pienso que mi padre aún cuida de mi y me guía.
Un saludo afectuoso.

Yo soy Medea dijo...

Lola, a veces pienso que las mujeres que hemos tenido la suerte de tener padres con los que se ha tenido un a fuerte relacion, ayuda a vivir y a entender muchas cosas. No todas hemos tenido esa suerte de Dios. Por lo visto, tu, al igual que Sara, Cecilia y yo Dios nos premio con esa bendicion.