La historia de Cecilia Solás(38). Una blogonovela cubana.

Capitulo 9.
Mayo 2002. Oscuras intenciones.


A veces sucedía. Sara, Hernán, los dos hijos y la novia de Landy coincidían a la hora de comer. Era agradable conversar mientras se preparaba la cena y tomar algún vinito antes de sentarse a la mesa.

No era frecuente, porque todos tenían horarios encontrados, clases, exámenes, reuniones imprevistas, pero ahí estaban hoy todos reunidos y alegres.

Hernán miraba la TV y los muchachos conversaban animadamente y alegraban con sus historias esta tarde de mayo.

Ya sirviendo la mesa, Sara entretenida….

- Mami, haznos alguna historia de esas que encuentras en Internet, yo no tengo tiempo de andar navegando, pero a ti que te encanta, ¿qué has visto?, cuéntanos …

- Landy, si supieras, he estado tan atareada que no he tenido tiempo, aunque tengo una historia que les va a hacer reír.

- Pues dale suéltala ya – dijeron casi a coro los muchachos. Hernán se revolvió en su butacón como preparándose para lo por venir. Sara era famosa entre los suyos por una ocurrencia algo desbocada que convertía cualquier insípida historia en un hartazgo de risas.

- se acuerdan que les dije que di con un amiguito de la infancia, que es un reconocido artista “allá”, pues me hizo un cuento de cuando éramos fiñes, … ¡que me ha dado unaaaa graaaaaciaaaa!…., no me acuerdo de eso, pero debe ser verdad, no lo creo capaz de inventar una historia así

Los tres jóvenes se miraron sonrientes y hasta Hernán bajo el volumen de la Tele.

- Bueno, la cosa es simple y graciosa, dice José Pablo que así se llama mi amiguito, que cuando yo era niña todos los días en el aula aprovechaba una ocasión para enseñarle mi blúmers, ¿se imaginan?, yo que siempre he sido tan seria, parece que de niña no era así.

- Ay Sara, que gracia me da la historia… es una historia muy tierna, ¿qué edad tenias cuando eso?

- Bueno Olga andaba por los siete años ....
- Pues si que puede ser posible a esa edad se es muy inocente
- Bueno mami, el cuentecito no tiene nada de chistoso, no se que le encuentra Olga, imagino que todo se quede ahí, no vaya a ser que dentro de unos días te aparezcas con una historia más picante y menos graciosa inventada por ese amiguito. A decir verdad pienso que eso es un invento de ese tipo con el que te escribes.

- ¡Ay! Landy, no seas así, en todo caso eso pasó hace mucho tiempo, y yo ni me acuerdo

- Pues yo si creo que es verdad, mami, tú eres capaz de eso y mucho más.

- Si Hernandito tiene razón…!jajaja! Tu madre es una pícara – dijo Olga sonriente.

Las risas colmaban la sala, y los comentarios sobre la veracidad, exageración, duda y recelo sobre lo que se dio en llamar el “Streep-tease de Sara”, salpicaban la atmósfera.

Todo era alegría y el cuento tan simple y en el fondo infantil, había servido para que se formara un jolgorio.

- Bueno Hernán, ya todos hemos opinado… ¿qué tu piensas?, ¿crees a Sara capaz de haberlo hecho o no?, claro era una niña, pero igual… como ves las opiniones están divididas, así que tú desempatas.

- Olga, si supieras que preferiría no opinar, todo esto no es más que una soberana bobería…

- ¡Ay viejo!, qué más te da, di algo, no ves que esto es como un juego… además tu desempatas, pues como ves Olga y Hernandito tienen una opinión y Landy la contraria.. ¿y tú? …… ¿Tú crees que lo hice o no?


- Sara, yo no creo que haga falta detenerse si si o si no. En realidad si quieren mi opinión sincera… les diré… que lo que creo es que Sara no debe escribirse mas con ese hombre… no veo yo que necesidad hay de hacer esos cuentecillos un poco indecentes a mi juicio… a no ser que haya alguna intención insana de trasfondo.

- Hernán, tú todo lo coges por la tremenda chico, ¿no ves que estábamos jugando?

- Ay si viejo, te fuiste por el center field

- Papi… que ácido andas, si esto es como una broma.

- Ay disculpa Sara, si hubiera sabido que esto se iba a poner serio no hubiera abierto la boca

- No, muchachos, si creo que hicieron bien, lo único es que todo tiene su límite y Sara debería saber que ese hombre, artista famoso o como sea, ese tipo, se ha extralimitado. Y ya, no se hable más del asunto. Esa es mi opinión, pero Sara como siempre hará lo que le venga en gana sin importarle lo que yo piense.

- Pero Hernán, mi amor, que no es para tanto ….

- Sara, dije que ya… ¿no me oíste?, y sirve la comida que estoy partío del hambre.
(continuará)